Ponte en situación, tienes que trasportar tu coche de Japón a Rusia y, lógicamente, lo haces en barco. Tu coche viajará junto a otros 63 vehículos y, como no hay sitio en bodega, se llevarán en la cubierta. No sé si se trata de una compañía de bajo coste o no, pero la estiba de los coches está lejos de ser correcta.
Resulta que hace mal tiempo, incluso nieva y durante el transporte se declara una tormenta. La nieve hace que la cubierta deslice y la tormenta que el barco se mueva para todos los lados... y también los vehículos. ¿El resultado? 52 coches de cabeza a las profundidades marinas y este doloroso vídeo que muestra cómo se golpean y caen al agua.