El final de las 24 Horas de Le Mans 2016 fue tan impactante que parece que fue ayer cuando todo el mundo se llevaba a la cabeza las manos con el mensaje de radio de Kazuki Nakajima. La retirada del Toyota número #5 cuando tenía la victoria al alcance de su mano fue un duro varapalo para la marca nipona que prefirió no dar explicaciones acerca de lo sucedido, al menos, en caliente.
Pasados los primeros días, asumido el mal trago del fin de semana y quizá forzados por los medios de comunicación de medio mundo que apuntaban al turbo, Toyota ha decidido cambiar de estrategia y pronunciarse acerca de lo que sucedió en ese TS050 HYBRID para quedarse parado a una vuelta del final.
Según informan en el breve comunicado emitido, el problema se debió a un fallo técnico en un conector de la línea de aire entre el turbocompresor y el intercambiador del calor que derivó en la pérdida de control del turbocompresor. A pesar de que el equipo trató de hacer algunos ajustes para recuperar la potencia y que en un principio funcionaron, no fueron suficientes para completar la vuelta restante.
Por el momento no está claro cuál es el origen de ese fallo. Toyota ya ha investigado el proceso de fabricación que siguió la pieza en la fábrica en Colonia y el equipo seguirá analizando los datos disponibles para determinar cuál fue la causa. Lo que sí parece seguro es que este error no tiene nada que ver con el que sufrieron durante las 6 Horas de Spa- Francorchamps cuando también iban en primera posición.
Aunque evidentemente no son lo mismo, al Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) aún le quedan seis citas en el calendario en las que Toyota podrá seguir desarrollando el TS050 HYBRID para evitar que surjan nuevos problemas en el futuro y poder así intentar luchar por su primera victoria en Le Mans.
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