Aunque todos conocemos Lancia por su gran pasado en el mundo de los rallies, lo cierto es que hubo una época en la que la marca italiana también disputó campeonatos de resistencia y prototipos. La década de los sesenta y setenta supuso grandes éxitos para Lancia sobre tierra, por lo que decidieron a finales de los setenta volver a la competición sobre asfalto, modalidad que habían abandonado tras la temporada de 1955.
Durante los años 1979, 1980 y 1981, el Lancia Beta Montecarlo equipado con un cuatro cilindros de 1.4 litros turboalimentado se hizo con la victoria en su categoría (menos de 2 litros de cilindrada en el Grupo 5). De cara a la temporada 82, en la que se había creado una nueva categoría denominada Grupo C, la marca decidió crear el Lancia LC1, un coche de carreras algo obsoleto incluso desde su creación, que se enfrentaría con grandes como el Porsche 956. Su pequeño propulsor (seguía montando un cuatro cilindros) lo alejaba mucho de sus competidores, que calzaban motores casi el doble de grandes.
Si quería competir contra los Porsche cara a cara, Lancia necesitaba nuevos propulsores. Alguien debió acordarse de lo bien que les fue con el Lancia Stratos, por lo que decidieron que Ferrari sería quien proporcionaría los motores. El nuevo motor fabricado para Lancia estaba basado en el V8 de 32 válvulas usado en el Ferrari 308, aunque con una cilindrada reducida a 2.65 litros (luego llegaría a los tres), equipado con dos turbocompresores KKK y puesto a punto por Abarth.
Creado sobre un monocasco de aluminio, el Lancia LC2 que la marca preparaba para la temporada 83 sería conocido como el Lancia-Ferrari por la procedencia del V8 que montaba en posición central, que por cierto iba acoplado a una transmisión Hewland de cinco velocidades que transmitía la fuerza al eje trasero. Gianpaulo Dallara, que había trabajado en Lamborghini y posteriormente crearía su propia compañía de vehículos de competición, fue el encargado de diseñar el chasis.
La carrocería del coche se inspiró en la del LC1 y se fabricó en fibra de carbono y kevlar. La aerodinámica jugó un gran papel y el LC2 contaba con un diseño inferior que le proporcionaba un gran efecto suelo. Para completar la faena, el coche blanco recibiría las franjas típicas de la decoración Martini.
La batalla con Porsche había empezado y Las 24 Horas de Le Mans de 1983 fue el primer escenario de la contienda. Tres Lancia LC2 entraron en la competición frente a varios Porsche 956, Porsche 936C, Lola T610 o Sauber C7, entre otros, consiguiendo dos de ellos el segundo y cuarto puesto en la parrilla, respectivamente. Definitivamente el coche era rápido, y estaba a la altura de sus competidores, pero Lancia no contaba con la poca fiabilidad del V8 Ferrari. Tras 13 horas de carrera, todos los LC2 estaban fuera de combate por problemas mecánicos.
Al año siguiente las cosas pintaban mejor para el LC2, que se beneficiaba de un motor más grande y a la vez más eficiente. Las 24 Horas de Le Mans de 1984 verían como Porsche, por roces con la organización, decidia no participar, dejando a los LC2 colocarse en los primeros puestos de la clasificación, siendo los únicos coches realmente competitivos. No obstante, la mala suerte y de nuevo problemas mecánicos (con la caja de cambios esta vez) jugaron una mala pasada a Lancia, que incluso teniendo el récord de vuelta más rápida y habiendo liderado la prueba, no pudieron más que cruzar la meta en octava posición, tras siete Porsche 956 de equipos privados.
A pesar de las modificaciones introducidas para la siguiente temporada, el motor del LC2 seguía siendo su talón de aquiles. Aún siendo muy potente y poderoso, y a la altura de la competencia, su fiabilidad dejaba mucho que desear. En 1985 el V8 llegó a obtener hasta 850 CV de potencia, aunque de nuevo una serie de problemas de índole mecánico relegaron a los dos LC2 de la parrilla a las plazas sexta y séptima, respectivamente.
Tras la temporada 85 Lancia volvió a retirarse oficialmente de las carreras de resistencia, aunque el LC2 o Lancia-Ferrari será siempre recordado por los aficionados. Casi cualquier coche con decoración Martini tiene un hueco en nuestra memoria, y éste no iba a ser menos, tras haber ganado un par de carreras y obtenido el segundo puesto en el campeonato durante los años que compitió.
A continuación os dejo un highlights de Las 24 Horas de Le Mans de 1985, donde se puede ver en acción al LC2. Desafortunadamente no he podido encontrar vídeos específicos sobre el LC2. Una pena...
Vídeo | "Youtube":https://www.youtube.com/watch?v=ZpofHeih574 En Motorpasión | "Coches para el recuerdo: Mazda 787B":https://www.motorpasion.com/otras-competiciones/coches-para-el-recuerdo-mazda-787b