Cuando uno se compra un todoterreno premium que puede superar los 77.000 euros espera poder aparcarlo en la calle sin que sus elementos exteriores se deformen y se degraden. Es justo lo que le está pasando a algunos propietarios del nuevo Lexus GX.
La cubierta de los espejos o algunas molduras exteriores se están deformando y sus preocupados dueños lo han llevado al taller oficial. No saben determinar muy bien qué les pasa, pero las imágenes hablan por sí solas.
"La gente se acerca y me pregunta: '¿Qué le pasa a tu GX?'"
El Lexus GX estrenó nueva entrega hace un año. Este todoterreno se vende en algunos mercados del este de Europa como Ucrania, Azerbaiyán o Georgia, pero sobre todo en EEUU donde se lanzó hace meses. Hablamos de un capaz 4x4 que viene a ser la versión de lujo del nuevo Toyota Land Cruiser, por lo que se marida con elementos y equipamiento de corte premium a nivel de tecnología y de confort.
Su precio en el mercado estadounidense oscila entre los 64.250 dólares y 81.250 dólares (unos 61.600 y 78.000 euros al cambio actual). Sí, es más asequible que el Lexus LX que arranca por encima de los 100.000 dólares, pero no es de recibo lo que les está pasando a algunas unidades.
Al menos dos dueños del nuevo Lexus GX se han quejado de que su coche se está deformando por aparcarlo al sol. Lo han publicado en el grupo de Facebook Lexus GX 550 Owners & Enthusiasts, mostrando además varias fotografías demostrando la notable degradación en algunos de los componentes de la carrocería del GX.
Paul Yelton es uno de ellos. Tras unas pocas semanas de tener su Lexus GX, descubrió que la tapa trasera del retrovisor lateral se iba derritiendo. Lo estaciona en la calle, delante de su casa, pero como otros tantos coches que ha tenido y jamás ha sufrido tal cosa. Solo le ocurre en el del lado del conductor.
Lo llevó al servicio oficial del concesionario donde lo compró y aún están intentando dar con la causa. "Dicen que no es por el calefactor del espejo y que todo está funcionando bien", comenta a The Drive, que ha entrevistado a este preocupado propietario. Yelton concluye que es "una fuente externa de calor" la que está causando este desperfecto. Y dado que nada se ha incendiado al lado de su casa, como señala con ironía, tienen que ser los rayos del sol.
En el taller le han señalado que quizá no se aplicó correctamente el Paint Protection Film (PPF), un protector que solicitó para la pintura exterior de su Lexus GX precisamente para que no sufriera a la intemperie, ya que lo estaciona siempre en la calle. "El problema es que eso se hizo cuando el vehículo tenía 100 millas recorridas y ahora tiene 2.000 millas". Es cierto que Yelton vive en Arizona, donde el calor manda y el sol es bastante abrasivo. Pero asegura que jamás ninguno de sus coches anteriores se empezó a derretir al sol.
A la publicación de Yelton responde otro propietario de un Lexus GX, llamado Mark. En su caso se trata de una versión Overtrail+ del todoterreno japonés, uno de los más caros de la gama y que parte de los 77.250 dólares. Y no solo se le está degradando la tapa del retrovisor de lado del conductor: la moldura del pilar B y una del lateral de la zaga, pegada al techo, se están ondulando.
"La gente se acerca y me pregunta: '¿Qué le pasa a tu GX?'", señala a The Drive, que asimismo se ha puesto en contacto con este propietario, y que les ha facilitado varias fotos en las que se aprecian estos desperfectos. Mark explica que aparca su GX al aire libre cerca de su oficina, donde ha estacionado siempre los últimos 18 años. Y que jamás sus coches han sufrido semejante desperfecto, por ejemplo su Toyota Tundra de 2012 y que tenía antes de hacerse con el GX.
Su unidad es también bastante nueva, ya que la compró a finales de junio y la degradación la comenzó a sufrir a finales de agosto. A diferencia del anterior, Mark vive en Charlotte (Carolina del Norte), con temperaturas mucho más templadas. De hecho, señala que empezó a apreciar que estos elementos se iban derritiendo en días que las máximas fueron de 12ºC. El sol apenas pegaba, pero sí lo hacía el pilar B de su GX: "Quemaba" al tocarlo, explica. Le da mucha rabia porque le encanta el coche por sus características dinámicas, pero necesita que le den una solución a este problema.
Si bien la mayoría de estas molduras son en negro piano, una de ellas va pintada en el color de la carrocería. Además en ambos casos es solo el retrovisor del conductor el que presenta la degradación.
Apunta a que se trata de un defecto de fábrica y hablamos de dos unidades concretas, pues otros propietarios no han respondido señalando este problema. Pero no deja de ser llamativo en un coche de sus características y precio. Y menos que sufra semejante degeneración por estacionarse al sol con temperaturas suaves, como es uno de los casos. Sustituir dichos elementos podría ser la opción, aunque de momento a ninguno les han dado respuesta definitiva.