Alemania está preparando su legislación de cara a la llegada de los coches semi-autonómos y autónomos. Y el legislador alemán, sencillamente, quiere que ese tipo de vehículos lleven obligatoriamente, una caja negra, como en los aviones.
El ministro de transportes alemán, Alexander Dobrindt, está promoviendo una legislación que obligue a los vehículos a equipar sistemas de grabación de imágenes, datos y voz cuando se activen sistemas de conducción semi-autónoma (o autónoma), cuando el humano retome el control del coche y cuando el coche pida al condcutor que reanude la conducción manual.
Alguien detrás del volante, pero sin prestar atención
La propuesta de ley de Dobrindt también incluye qué puede y que no puede hacer un conductor de un coche autónomo. Según la agencia Reuters, el proyecto de ley requiere que haya siempre una persona en el asiento del conductor, pero no tendría obligación de prestar atención a la carretera.
Los fabricantes serían los responsables de la instalación de esas cajas negras. En su estado actual, el proyecto hace caso omiso de los sistemas semi-autónomos, de nivel 2 y 3, que ya están en el mercado, como el famoso Autopilot de Tesla. ¿Será la ley de aplicación retroactiva? ¿En caso afirmativo, correría Tesla o el dueño del coche con los costes de la instalación?
La protección de la intimidad amenazada
Estas preguntas de momento no tienen respuesta. Y es que, al fin y al cabo, todavía es un proyecto de ley. Este verano, el proyecto de ley será examinado y presumiblemente aceptado por otros ministerios alemanes, pues afectaría también a las leyes sobre aseguradoras, infraestructuras, etc. Esa aprobación allanaría su camino para su aceptación y promulgación definitiva.
Sin emabrgo, ese proyecto de ley podría entrar en conflicto con las leyes de protección de datos alemanas y sobre todo podría toparse con una opinión pública muy desfavorable. Y es que la ciudadanía alemana saca las uñas cuando ve su intimidad amenazada. Google lo ha experimentado con su servicio Street View. Frente a la avalancha de demandas a la que fue sumergido el gigante informático, Google ha desistido: básicamente, Street View no funciona en Alemania.
Si la ley sale adelante podría crear un precedente y sentar una base para una legislación europea uniforme. En ese caso, sí que el coche autónomo podría ser una realidad tangible en 2020.