Desde los primeros días de la invasión rusa en Ucrania se habló de saqueos de supermercados y tiendas por parte de las tropas rusas. Ahora, sabemos que no se limitaron a víveres y electrónica de consumo, también se llevaron maquinaria agrícola.
Las tropas rusas en la ciudad ocupada de Melitopol han robado tractores y cosechadoras un concesionario John Deere por valor de cinco millones de dólares, y lo han enviado a Chechenia, cuentan en CNN. Pero después de un viaje de más de 1.000 km, los ladrones no pudieron utilizar ninguno de los tractores, porque habían sido bloqueados a distancia por la marca, desde Moline, Illinois.
La sofisticación de la maquinaria, equipada con GPS, permitió seguir su recorrido. La última vez que se rastreó fue en la aldea de Zakhan Yurt, en Chechenia. Y ahora esa maquinaria estaría a las afueras de Grozny, mientras hackers locales intentan instalar su propio firmware o hackear el existente para poder desbloquear los tractores.
Y eso nos lleva a preguntarnos si podría pasar algo similar con un turismo. ¿Podría una marca bloquear nuestro coche a distancia? ¿Existe actualmente alguna función que permita al dueño de un coche bloquear un coche distancia?
Puede sorprender que un fabricante pueda bloquear por completo un vehículo a distancia, aunque técnicamente, hace años que es factible. En el caso de John Deere es posible porque el fabricante de Illinois incluye esa posibilidad en todos sus productos no tanto para evitar robos sino para asegurarse que sus clientes estadounidenses acuden al taller oficial para el mantenimiento de sus tractores y cosechadoras.
Los vehículos agrícolas de la marca contienen numerosos programas informáticos que ayudan al propietario a seguir su trabajo en grandes superficies. Los programas se bloquean mediante un código convencional, como un PIN, y pueden bloquearse mediante una clave de software que sólo posee la marca.
El grupo John Deere es frecuentemente criticado por este sistema, ya que los agricultores se ven obligados a pasar por el fabricante en caso de avería informática.
Un delincuente no puede arrancar el tractor hasta que tenga la llave clásica y el código digital para activar la pantalla del software, similar a la de un smartphone. Para desactivarlo, debe llamar al servicio de atención al cliente de John Deere. Además, la marca puede bloquear el sistema informático del vehículo en caso de peligro.
Y es que en Estados Unidos (salvo en el estado de Massachusetts) el sistema legal hace que un taller independiente no pueda arreglar o tan siquiera cambiar el aceite de un coche o tractor, sobre todo si está en garantía. No todas las marcas lo aplican al pie de la letra, por suerte, salvo Tesla y John Deere. Sin embargo, no es el caso en Europa.
Una marca puede bloquear a distancia algunas funciones del coche si no pagamos
Desde 2010, cualquier taller puede efectuar el mantenimiento y las reparaciones en cualquier vehículo en garantía sin que suponga la anulación automática de la garantía. Cambiar el aceite o arreglar un motor en un taller independiente no invalida la garantía de un vehículo siempre y cuando se respeten las recomendaciones del fabricante.
Sólo hay dos casos en los que el cliente tiene obligación de acudir al taller oficial: en caso de llamada a revisión y en las extensiones comerciales de garantía.
Más allá de los tres años de garantía legal, algunos fabricantes proponen extensiones de garantía de pago, o gratis como gesto comercial, de varios años. Son contratos privados en los que el fabricante sí puede retirar esa garantía adicional si el cliente no acude a un taller oficial de la marca como estipulado en el contrato.
En todo caso, en Europa una marca no puede legalmente bloquear o inmovilizar a distancia el coche de nadie porque su cuñado o un taller de una cadena (tipo Midas, Bosch, Feu Vert, etc) haya cambiado el aceite del coche en garantía. Incluso, reprogramando la centralita para sacar más potencia y anulando así la garantía oficial, la marca no tiene autoridad legal para inmovilizar el coche, ya sea a distancia o in situ.
Lo que sí pueden hacer algunas marcas es desactivar a distancia alguna funcionalidad opcional por la que se ha pagado. Por ejemplo, el Autopilot FSD, por Full Self-Drivingde conducción autónoma de Tesla es una opción en sus modelos, pero sólo para el primer dueño del coche. Al venderlo de segunda mano, el nuevo dueño tendrá que comprar su activación a Tesla.
Otro ejemplo es del nuevo Mercedes EQS equipado con una dirección a las cuatro ruedas que funciona únicamente previo pago de una cuota mensual. En concreto, se puede activar en cualquier momento pagando una suscripción anual de 489 euros o bien optar por un pack de tres años y en ese caso el precio baja a 300 euros al año. Es uno de los posibles futuros del coche eléctrico, el pago por suscripción a lo Netflix.
Servicios conectados y geolocalizadores: bloqueo a distancia del coche
Se suele decir que los coches actuales son smartphones sobre ruedas. Es tal la cantidad de elementos controlados por software, y más aún en un coche eléctrico, que es posible hackear un coche a distancia e inmovilizarlo. Y para una marca es posible inmovilizar un coche a distancia, al menos en el caso de los modelos más recientes.
Los modelos equipados con antirrobo y servicio de geolocalización suelen incluir una función que permite inhabilitar a distancia el arranque del coche. Los sistemas de geolocalización con función de inmovilización se pueden también comprar en el comercio.
En el caso de estos sistemas, es el dueño del coche, vía su smartphone que puede apagar a distancia el motor e impedir de nuevo el arranque. Es una acción que lleva a cabo el propio dueño del coche, ya sea un particular o una empresa, pero no la marca o el fabricante del coche.
En determinados casos, una marca puede bloquear a distancia el coche en caso de robo. Por ejemplo, Polestar puede inmovilizar por completo a distancia un modelo que haya sido robado, pero “sólo con una orden de la policía y previa denuncia de robo”, matiza Isabel Salas, responsable de Polestar para España y Portugal.
Porsche, por ejemplo, también dispone de un sistema similar. "Llamado Security, permite la inmovilización remota del vehículo exclusivamente en caso de robo. La operativa se hace desde la app", explica Beatriz Cobo, responsable de prensa de Porsche. Es un servicio disponible para todos los Porsche actuales, no solamente el Taycan eléctrico.
Al final, la presencia de software y conexión a internet de los vehículos, hace que bloquear un tractor a 10.000 km sea tan fácil como usar la famosa app 'Find My' de Apple para localizar un iPhone robado o perdido.