Francia, España, Reino Unido, Irlanda, Escocia, Dinamarca o los Países Bajos ya han puesto fecha para el fin de la venta de coches impulsados por combustibles fósiles, unos antes que otros.
Ante esta propuesta, la comisaria europea de Industria y Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska, ha dicho que prohibir "no es compatible" con la legislación comunitaria, según ha publicado Europa Press.
La norma europea prevalece sobre la nacional
El parlamento Danés ha enviado una pregunta a Bruselas relativa la prohibición de la comercialización de coches de combustión en Dinamarca y se ha llevado una respuesta bastante contundente.
"Bajo la actual normativa de homologación de la Unión, una prohibición completa de la comercialización, importación y matriculación de coches nuevos de gasolina y diésel en un Estado miembro no es compatible con la ley de la Unión Europea", ha dicho Bienkowska.
La comisaria no ha desarrollado su argumento o explicado sobre qué ley se basa, pero parece claro que prevalece el razonamiento de que si un coche es legal en Europa, no lo puedes prohibir en tu país.
Esto es, la norma europea a la que están supeditados los estados miembros prevalece sobre la nacional, por lo que en el caso de España, el actual Gobierno en funciones no tendría autoridad para prohibir la comercialización de vehículos gasolina y diésel en 2040, ni en ningún año.
La Directiva 2007/46/CE del Parlamento Europeo y del Consejo se aprobó el 5 de septiembre de 2007, y a través de ella se crea un marco para la homologación de los vehículos de motor.
Ha sido modificada en abril de 2019 pero estos requisitos incluyen la legislación de la Unión y, en algunos casos, los reglamentos de las Naciones Unidas adoptados en el marco de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, que son de aplicación con carácter obligatorio.
Su principal objetivo es "reducir las barreras al comercio entre las partes contratantes" y "ofrecer una mayor seguridad a los fabricantes de vehículos que buscan el reconocimiento de su homologación de tipo en dichas partes contratantes".
Por su parte, Bruselas aboga por que los Estados miembros restrinjan si así lo consideran el acceso de vehículos con motores de combustión a los centros neurálgicos, como forma de combatir la contaminación. La comisaria sí cree sin embargo que la era de los motores diésel y gasolina "terminará antes de lo que pensamos" por razones climáticas y de competitividad.
Bienkowska apuesta por combatir el cambio climático a través de la movilidad sin emisiones y alude a la industria europea, que en su opinión se está quedando atrás frente a competidores como China o Estados Unidos.