El fin de las autovías gratis es un hecho. El Gobierno se reafirma nuevamente en su objetivo de aplicar peajes en las vías rápidas de alta capacidad españolas y que sean los que las usan los que las paguen.
Asociaciones de automovilistas han manifestado su rechazo. El RACE, por ejemplo, cita una encuesta propia en la que el 75% de los conductores rechaza el pago por uso y ocho de cada diez afirman que buscarían vías alternativas. Es lo que se llama el efecto rodeo. A saber, optar por circular por la red secundaria con el consiguiente riesgo de aumento de siniestralidad.
Para evitar el efecto rodeo, la Asociación Española de la Carretera (AEC) propone, sin embargo, que salvo en las vías de peaje en vigor, la circulación "sea libre libre y gratuita de todos los vehículos en todas las redes de carreteras hasta 10.000 kilómetros anuales" para los vehículos ligeros y hasta 50.000 kilómetros para los de más de 3,5 toneladas. A partir del kilómetro 10.001 el coste sería de 3 céntimos por km para un vehículo ligero y de 10 céntimos para un camión.
La propuesta haría que solo quienes ma´s usen las autovías y por ende más desgaste generan, paguen por su mantenimiento. La idea es evitar que quien use esporádicamente las autovías, por ejemplo dos o tres veces al año en vacaciones, o transportistas que no tienen en España su ruta habitual se vean sometidos al pago.
El pago por uso le podría costar al conductor una media de hasta 1.800 euros al año, según Mario Arnaldo, portavoz de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Para su cálculo la AEA partió de una media de 15.000 km al año con los precios propuestos por la misma AEC en 2012 en su informe 'Hoja de ruta para la implantación de un sistema de pago por uso en la red de carreteras española'.
La AEC proponía entonces un pago por uso de entre “2 y 12 céntimos de euro por kilómetro en el caso de los vehículos ligeros, dependiendo de su eficiencia ambiental”. Y de 7 a 23 céntimos por km para los vehículos pesados.
A día de hoy, nadie sabe con certeza cual será el precio del km. Por ejemplo, en caso de optar por un precio de entre uno o dos céntimos por km, el coste anual para un automovilista que recorra 15.000 km al año pasaría a ser de entre 150 y 300 euros.
Evitar el efecto rodeo
Ya sean 150 euros o 1.500 euros, RACE y AEC temen que se produzca el efecto rodeo. El aumento masivo de tráfico en la red secundaria, la cual no está dimensionada para ese tráfico, llevaría a dos consecuencias nefastas.
La primera es el probable aumento de siniestralidad. Cuanto más accidentes, más probabilidades de accidentes graves y mortales. Actualmente, dos de cada tres fallecidos en accidente de tráfico se producen en carreteras convencionales. Son unas carreteras en las que el índice de letalidad es el doble que en autopistas y autovías, según datos de la DGT.
Y la segunda consecuencia es que no se recaudaría lo suficiente, o lo deseado, para el mantenimiento de las autovías y autopistas libres de peajes. Según la AEC, la red viaria española que depende del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana acumula un déficit de mantenimiento que cifra en 7.500 millones de euros, “la cantidad mínima necesaria para devolverlas a un estado aceptable”.
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