A Apple le está costando encontrar un fabricante para su coche eléctrico y autónomo. O al menos es la sensación que tiene uno tras conocer que Nissan ha seguido los pasos de Hyundai y Kia y he rechazado fabricar el coche en cuestión. Apple y Nissan llevaban meses negociando la posible fabricación del coche autónomo de la marca californiana, pero ya no es el caso, explican en el Financial Times.
El contacto entre las dos compañías fue breve y las discusiones no llegaron hasta el nivel de los más altos directivos, debido al secretismo de Apple en cuestiones de branding de su coche. El branding es el proceso de definición y construcción de una marca mediante la gestión planificada de su imagen gráfica, comunicación visual y posicionamiento en el mercado.
Así, en Nissan se habrían encontrado con el mismo dilema al que se enfrentaron Hyundai y Kia. Según una fuente del diario financiero, Apple habría pedido que Nissan fabricara los coches bajo la marca Apple, una petición que podría degradar el fabricante nipón al rango de simple proveedor de hardware. Los dirigentes del grupo Hyundai temían perder imagen al verse relegados a simple subcontratas. Y Nissan ha tenido las mismas dudas.
Hasta ahora y que se sepa, los fabricantes de automóviles han expresado su temor de convertirse en "el Foxconn de la industria automotriz", una referencia al grupo de taiwanés que ensambla los iPhones.
El CEO de Nissan, Makoto Uchida, no se cerró en banda y mostró su disposición a trabajar con grupos de tecnología de fuera del área de la automoción cuando se le preguntó en una ocasión si Apple se había acercado a la compañía, asegura el diario financiero.
Sin embargo, Ashwani Gupta, director de operaciones de Nissan, dijo que si bien el grupo japonés está abierto a colaborar con empresas tecnológicas, lo hará en sus propios términos y de la manera que sea la más beneficiosa para Nissan. “Podemos colaborar [con una tecnológica], pero es para adaptar sus servicios a nuestro producto, no al revés ", explicó Gupta.
El retraso de Apple en la carrera por el coche autónomo
Más allá de quién fabrique qué para venderlo bajo qué marca, hay un dato que puede efectivamente asustar a los fabricantes de automóviles. Aunque no se espera el coche de Apple hasta dentro de cinco años, los fabricantes no ven qué puede aportar Apple, aparte de su marca, al mercado. Y este sería realmente el quid de la cuestión.
Y es que en las pruebas de conducción autónoma del fabricante, que tienen que registrar con las autoridades de tráfico californianas, los conductores de los coches autónomos de Apple tuvieron que tomar el volante cada 145 millas, de media. Tuvieron que intervenir 130 veces en las 18.805 millas (unos 30.276 km) de pruebas efectuadas en 2020.
En comparación, la startup de General Motors, Cruise, ha registrado 27 intervenciones en 770.000 millas (1,23 millones de km). Waymo, por su parte, ha reportado 21 intervenciones de sus conductores en 628.839 millas (algo más de un millón de km), es decir, una intervención cada 30.000 millas, de media.
Apple está muy por detrás de sus rivales, y ha contratado a varios ex altos de cargos de Tesla para dar un empujón a su proyecto. Sin embargo, os fabricantes de automóviles no ven qué tendrían que ganar en asociarse con Apple si no se pueden beneficiar de su tecnología de alguna forma u otra.
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