La start-up de coches eléctricos NIO, más conocida como el 'Tesla chino', podría estar preparándose para dar el salto fuera de China. El CEO de la compañía, Lin Bin, ha dicho en una entrevista a un medio local que se están preparando activamente para meterse de lleno al mercado estadounidense y global.
Tras salvarse de la quiebra y renacer económicamente, NIO necesitará apuntalar su capacidad de producción y conseguir producir en masa en el competitivo mercado estadounidense, con el que las relaciones diplomáticas siguen yendo a peor. Se habla incluso de una Guerra Fría en 2021.
¿Será EEUU la primera parada?
NIO lanzó su coupé eléctrico SUV NIO EC6 el 24 de julio. Su tercer modelo producido en masa pretende competir con el Tesla Model Y, y las entregas comenzarán a finales de septiembre. Aunque todo apunta a que el SUV de NIO será más caro que el de Tesla, Bin considera que parten con ventaja:
"Todos nuestros vehículos son de doble motor, el Model Y y el Model 3 son de un solo motor", ha dicho, recordando además que sus modelos admiten el intercambio de baterías en tres minutos.
The NIO EC6, our coupe-style smart electric SUV, was launched today at the 2020 Chengdu Auto Show. #BlueSkyComing #ChengduAutoShow #NIOEC6 pic.twitter.com/1HOoftvwi2
— NIO (@NIOGlobal) July 24, 2020
Hace poco, la start-up fabricó su coche eléctrico número 50.000 mientras se aseguró una inyección de capital estatal de 1.300 millones de euros al cambio, algo que seguro anima a unos inversores deseosos de seguir metiendo dinero en la esfera del coche eléctrico.
Actualmente tanto el NIO ES8 como el ES6 y el inminente EC6 se fabrican en la planta que comparte con JAC en Hefei, China. Bin dijo que para septiembre de este año, la planta aumentaría su capacidad de producción en un 25 % a alrededor de 5.000 vehículos por mes.
No obstante, cuenta con un centro de I+D en suelo norteamericano, ahora con falta de personal debido a la crisis que atravesó.
Li Bin ha explicado recientemente que no tenía sentido plantearse entrar al mercado estadounidense si la compañía no está preparada para fabricar en masa, lo que podría significar que ya se están moviendo hilos para empezar a hacerlo fuera de China (lo más probable que a partir de una fábrica en venta).
Es posible que fabricar en suelo estadounidense consiguiera calmar unas aguas que no han estado tan agitadas desde 1978. A la guerra comercial y arancelaria que emprendió Donald Trump contra China se le han ido añadiendo cada vez más tensiones que amenazan con hacer estallar esa temida Guerra Fría.
Casi en el centro de la tormenta se encuentra la lucha por liderar el 5G. Trump, al más puro estilo macartiano elaboró su lista negra de compañías chinas a las que vetar, y de hecho ha conseguido persuadir al bloque comunitario para que limite los servicios de Huawei -empresa líder en 5G- en Europa.
Esto, sumado al control del Mar de la China Meridional y a una reciente 'guerra de consulados' se le une una pandemia global que Trump ha asegurado que fue creada por China para atacar a su economía.
A menos de 100 días para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el mundo mira casi en una única dirección, esperando que el barco no termine de hundirse y arrastre al resto al fondo.
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