Japón quiere dejar de depender del factor humano en las carreteras y apuesta firmemente por los camiones sin conductor no por gusto. El país asiático atraviesa un acusado envejecimiento de la población y la peor escasez de mano de obra en décadas, problema que ta,bién acusan los fabricantes de coches.
Las máquinas y los robots se presentan como una solución perfecta, pero la industria japonesa ha dado con una solución muy loca: intentar contratar a más mujeres ingenieras.
Un techo de cristal casi cementado
El mundo del Motor siempre ha sido territorio masculino; las pioneras que se atrevían a saltar de la esfera privada (el hogar) a la pública hace dos siglos lo hacían sabiendo las consecuencias que de ello podrían derivar. Afortunadamente, en la actualidad las mujeres están ganando el terreno perdido en la industria automotriz, aunque su presencia en puestos importantes es casi anecdótica.
Según un reportaje de Autonews, en Toyota, menos del 2 % de los 9.977 directivos de la automotriz son mujeres. De hecho, la compañía promocionó en enero a la primera mujer en compartir responsabilidades con otros 53 ejecutivos: la vicepresidenta ejecutiva de Lexus Chika Kako (la puedes ver en la imagen de portada junto al nuevo Lexus UX).
Por su parte, en Honda las mujeres representan tan solo el 1 % de los directivos, y la cosa no acaba ahí. En una entrevista a Automotive News, la ingeniera Natsuko Iwasaki ha reconocido que hasta hace poco era natural que su jefe le preguntara si tenía intenciones de renunciar una vez se casara ya que "no quería perder el tiempo" formándola.
En Nissan el panorama es un poco mejor, pues afirma que el 10 % de sus gerentes japoneses son mujeres, aunque ninguna de las tres marcas ha querido revelar el número de ingenieras con las que cuentan.
A pesar de los avances, esta descompensación histórica está haciendo que las jóvenes ingenieras no se sientan atraídas por una industria que las penaliza si quieren casarse y ser madres, imposibilitando una permanencia en el sector. En la otra cara de la moneda, las finanzas y el diseño de software son los empleos que más fuerza laboral atraen en Japón.
En 2013, el primer ministro, Shinzo Abe, hizo de la incorporación de mujeres al mercado laboral una prioridad nacional para remediar la crisis. Desde entonces las empresas han tratado de ser más inclusivas y la Sociedad de Ingenieros Automotrices de Japón comenzó a celebrar eventos de networking para tratar de aumentar su membresía femenina.
Japón, un país en el que las relaciones interpersonales son un auténtico reto, tiene un largo camino por delante. Y no solo Japón, si nos vamos a estados Unidos, por ejemplo, casi que el primer y único ejemplo claro de superación de techo de cristal lo encontramos en Mary Barra, al mando de General Motors.
Cuando nos tenemos que parar a pensar detenidamente dónde están las mujeres en el sector automotriz, es que algo sigue yendo mal.