La huelga de trabajadores de los tres grandes fabricantes de Detroit -Ford, Stellantis y General Motors- se encamina hacia las dos semanas de duración y ya se empiezan a notar las consecuencias.
Ford ha paralizado temporalmente la construcción de una planta de baterías para coches eléctricos en Michigan valorada en 3.500 millones de dólares y en medio de unas negociaciones estancadas con el sindicato.
Esta maniobra de Ford se ve desde el prisma de la huelga como una forma de presionar a los trabajadores, ya que la firma del óvalo ha prometido que esta planta daría trabajo a 2.500 trabajadores. Ford ha argumentado que están pausando el trabajo y limitando el gasto en la construcción del proyecto hasta que estén seguros de su capacidad para operar la planta "de manera competitiva".
Recordemos que Stellantis ha despedido a 68 de sus trabajadores en su planta de Toledo donde se fabrican el Jeep Gladiator y el Wrangler, mientras que General Motors ha anunciado que despedirá a 2.000 trabajadores del UAW mientras paraliza la planta de ensamblaje y estampado de Fairfax en Kansas.
El jefe del sindicato United Auto Workers (UAW) Shawn Fain, dijo que las nuevas huelgas afectarían a 38 plantas propiedad de General Motors y Stellantis, mientras continúa la disputa sobre salarios y beneficios.
La medida excluye a Ford, que según el UAW estaba logrando más avances en las conversaciones, relata la BBC.
La huelga comenzó el 15 de septiembre de forma simultánea contra los tres fabricantes por primera vez en la historia del Motor estadounidense, y según los datos que se manejan ya comienza a hacer estragos. Ha causado más de 1,6 millones de dólares en pérdidas a la industria, incluidos más de 500 millones de dólares en pérdidas para los tres fabricantes de automóviles y 100 millones de dólares en salarios perdidos para los trabajadores, según estimaciones del Anderson Economic Group.
En 2019 General Motors ya afrontó pérdidas de 90 millones de dólares al día por la huelga de sus trabajadores, y parece que la compañía capitaneada por Mary Barra no ha aprendido la lección.
El UAW calcula que el próximo movimiento de los trabajadores pondrá en huelga a unos 5.600 más en 20 Estados, amenazando una industria que representa el 3 % del PIB estadounidense.
