Últimamente hablamos mucho sobre emisiones contaminantes, y es normal. Es deber de todos hacer de los coches una industria más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, pero las emisiones contaminantes no se relacionan solo con los motores de combustión.
Incluso los coches eléctricos liberan partículas a la atmósfera durante su uso, y esto es debido a que hay elementos como los discos de freno que generan emisiones contaminantes al desgastarse. Por eso Mann+Hummel lleva tiempo desarrollando un sistema de filtrado para los frenos que parece estarse acercando a su fase final de desarrollo.
Porque la contaminación también es culpa de los frenos
Las partículas finas en suspensión están muy presentes en el aire que respiramos y aquellas con diámetro inferior a 10 micrómetros (PM10) son altamente nocivas para las personas. Estas partículas se introducen en el organismo mientras respiramos y pueden llegar a los pulmones. Estas partículas están directamente relacionadas con las dolencias pulmonares y cardiacas.
Su nocividad es tan alta como su presencia actualmente, puesto que son especialmente fáciles de detectar en ciudades sobrecargadas de tráfico. Es más, también son comunes a otros medios de transporte como el tren o el metro, donde se presentan altas concentraciones de estas partículas en los túneles.
En Alemania se estima que la producción de partículas procedentes de sistemas de frenado equivalen a 10.000 toneladas de este polvo de los cuales sólo un 10% superan los 0,55 micrómetros; el resto tienen un diámetro inferior.
El especialista alemán Mann+Hummel se ha propuesto combatir este tipo de emisiones contaminantes, para lo que ha desarrollado un filtro para los sistemas de freno. Se trata de una especie de mordaza que se coloca a continuación de la pinza de freno en el sentido de giro de la rueda, y donde deberían depositarse las partículas a medida que se vayan desprendiendo.
En su interior, el sistema es un espacio hueco con diferentes ondas de material absorbente donde las partículas deben ir quedando atrapadas. Cuando se acaba su vida útil basta con soltarlo del soporte de la pinza de freno y sustituirlo por otro. Según la marca, el sistema ya ha sido puesto a prueba en condiciones reales y los resultados han sido satisfactorios.
Lo mejor es que se trata de un producto escalable, que puede dimensionarse fácilmente a la medida del vehículo para el que vaya a ser destinado. Así estos filtros se podrán utilizar tanto en coches como en camiones y autobuses o trenes.
Desde hace años, en Mann+Hummel están trabajando para contener la liberación de partículas finas que se producen por la fricción de los discos de freno con las pastillas. En 2018 ya presentaron un primer esbozo de cómo debería ser este sistema, aunque de una forma más rudimentaria.
Básicamente desarrollaron una especie de cubo que cubría completamente el sistema de freno (tanto el disco como la pinza) y se encargaba de retener las partículas producidas con el desgaste.
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