El Fiat 500 es un todo un éxito para la marca Fiat y FCA. Tanto es así, que en FCA se plantean centrarse en la familia del 500 y del Panda. El éxito fue tal que FCA decidió incluso probar suerte en Estados Unidos y Canadá (y de paso dar algo más que vender a los concesionarios Alfa Romeo que el 124Spider).
Sin embargo, el Fiat 500 ha resultado ser un producto demasiado europeo y que nunca encontró su sitio en el océano de SUV y pick-ups que es el mercado norteamericano. Así, FCA retira oficialmente de la venta el genial coche urbano de su catálogo en Norteamerica.
FCA deja oficialmente de vender los Fiat 500 y Abarth 500, así como sus versiones descapotables en Estados Unidos y Canadá este mismo año. En 2020, todavía se podrán comprar las unidades que queden en stock, pero la aventura del 500 al otro lado del charco llega a su fin. Quizá vuelva al mercado como coche eléctrico.
La gama Fiat se quedará allí compuesta por el 500L y el 500X, así como por el 124Spider, en versión Fiat y Abarth. Al menos, hasta que se siga fabricando, pues ya sabemos que no tendrá sustituto.
La vuelta al mercado estadounidense
Fiat se retiró del mercado estadounidense a principio de los años 90, sus ventas allí no justificaban su presencia. Sin embargo, tras salvar de la bancarrota al grupo Chrysler, Fiat volvió a cruzar el Atlántico en 2011. Sin embargo, las ventas de la marca italiana nunca fueron realmente significativas.
En su primer año completo en el mercado, 2012, con solo unos pocos concesionarios y el Fiat 500e eléctrico, Fiat vendió 43.772 vehículos. Dos años después, alcanzaría su máximo de 46.121 unidades, según datos compilados por Kelley Blue Book. En 2015, con una gama de coches ya más completa y versiones Abarth, la demanda cayó casi un 7 % y ha seguido bajando de forma ininterrumpida.
En 2018, a pesar de contar con cuatro modelos en la gama, las ventas de Fiat cayeron otro 40 % a tan solo 15.521 unidades vendidas, lo que la convierte en una de las marcas más débiles en el mercado estadounidense.
Las razones de la debacle de Fiat en Estados Unidos son varias. Por supuesto está el cambio de interés del público de los modelos más tradicionales hacia los SUV, pero también la mala reputación en términos de fiabilidad que arrastra la marca en Estados Unidos. Por ejemplo, en la última encuesta de fiabilidad de JD Power, la marca ocupaba el último puesto. Los dueños de un Fiat, después de tres años, reportan 2,5 veces más averías con respecto al líder, Toyota.
