Mercedes-Benz reafirmará su posición en España con una inversión de 1.200 millones de euros destinados a la planta que posee en Vitoria, donde fabrica la furgoneta Vito y su equivalente monovolumen Clase V.
El anuncio de dicha inversión coincide con la firma del convenio colectivo entre la marca alemana y los sindicatos de la planta, el cual de acuerdo con lo difundido por las respectivas secciones de UGT, CCOO, Ekintza y PIM tendrá validez hasta 2026 y traerá consigo incrementos salariales y mejoras contractuales.
Así, el doble anuncio parece poner un final satisfactorio a la incertidumbre vivida durante los últimos meses en la factoría vitoriana. No en vano las negociaciones entre la firma de la estrella y los representantes de los trabajadores llevaban en marcha desde el pasado mes de febrero, en un diálogo lento que ha incluido varias convocatorias de huelga.
Un acuerdo ajustado y diferencias entre los sindicatos
Al igual que en otros casos recientes como la apuesta de Ford Europa por Almussafes, la inversión de Mercedes-Benz abre la puerta a la posibilidad de que la fábrica vasca reciba asignaciones de nuevos modelos, de los cuales algunos podrían ser eléctricos.
De confirmarse, estas asignaciones apuntalarán la posición de Vitoria como la segunda mayor fábrica de vehículos comerciales de la estrella. De momento existe una pista favorable en las intenciones de la marca, quien según recoge Reuters planea cerrar 2022 con una producción de 158.000 vehículos con vistas a aumentar esa cifra en los años siguientes.
Entre los principales puntos suscritos en el convenio destacan el incremento salarial hasta 2026 del 19,3% para los casi 5.000 trabajadores, junto a la conversión de 400 contratos temporales en indefinidos.
Asimismo los sábados laborables deberán convocarse al menos diez días antes de que termine el mes anterior, Por último, 250 trabajadores podrán jubilarse a través de 'contratos relevo' que permitirán a la empresa mantener sus puestos con nuevos empleados.
El convenio fue aprobado por la plantilla en una ajustada votación que se saldó con el 57% para el sí y el 43% para el no, según declaran desde UGT. Un resultado que refleja las discrepancias entre los sindicatos de la planta vitoriana donde UGT, CCOO, Ekintza y PIM daban por bueno el acuerdo mientras LAB, ESK y ELA lo consideraban insuficiente.
A este respecto, ELA dejaba por escrito su punto de vista en un reciente comunicado donde felicita a la plantilla por su lucha, remarcando que merece una subida salarial mayor de la pactada y "proporcional a las ganancias que tiene esta empresa y que se generan con su esfuerzo".