china

Rusia recurrió a los coches chinos tras el bloqueo de las marcas occidentales, pero ahora se han convertido en una amenaza para la mermada industria rusa.

El bZ3X de Toyota empieza con buen pie en el mercado de coches eléctricos más importante del mundo: tuvo más de 10.000 pedidos en su primera hora tras el lanzamiento.

Inversión comunitaria, controlar la cadena de valor del coche eléctrico y de producción de baterías o exigir a las marcas chinas que quieran fabricar en Europa que compartan su conocimiento y tecnología. Ser chinos nosotros mismos.

Tan grande como un Boeing 737 o un Airbus A320.

El Tavascan podría quedar "aniquilado" y dejar de venderse en Europa si Bruselas no reduce los aranceles antes de marzo.

En China, decir "vehículo eléctrico" está empezando a ser algo desfasado.

Con este sistema, da la impresión de que los barcos flotan en el aire, creando un espectáculo digno de una película de ciencia ficción.

Elon Musk se enfrenta a Bruselas en una nueva disputa que refuerza la alianza entre fabricantes chinos y europeos, como BMW, en un conflicto que podría redefinir el comercio automotriz global.

La decisión de BMW de aliarse con los fabricantes chinos en los tribunales podría cambiar el rumbo de la industria automotriz europea.

Este impresionante circuito de karts eléctricos en China serpentea entre montañas, túneles y paisajes que parecen sacados de un videojuego.

China, Europa y Estados Unidos están siguiendo un camino que llevará a una guerra comercial.

Las marcas europeas tendrán que dejar de usar componentes chinos si quieren vender en EE.UU., mientras China mira a Europa con más apetito que nunca.

Sobre la mesa esta la posibilidad de que firmas chinas adquieran dos de las factorías de Volkswagen que ya han confirmado su cierre. Y no solo supone salvar los aranceles de importación.

China tiene una nueva infraestructura de la que presumir: un larguísimo túnel que atraviesa una cordillera.

La futura fábrica de BYD en Brasil sigue en el centro de la polémica: las autoridades brasileñas afirman que se habría llevado a cientos de empleados con visados irregulares.

Estados Unidos sigue utilizando sus armas políticas para intentar frenar la expansión del coche eléctrico chino.