Estamos en 1946 y ha nacido el Unimog
Miércoles, 9 de octubre de 1946. El prototipo 1 del Unimog acaba de terminar sus pruebas de conducción en un escenario real, y ya está preparado para servir a sus propósitos. El jefe de diseño del proyecto Unimog, Heinrich Rößler, se ha encargado de ponerlo a prueba. No se trata de un modelo final, carece de capó y ha sido cargado de madera para calibrar su potencial. La prueba ha sido un éxito.
Atrás quedan dos años de duro trabajo. El ingeniero Albert Friedrich lleva desde octubre de 1944 desarrollando en Daimler-Benz AG un concepto de vehículo agrícola que pueda acceder a los rincones más inhóspitos, para contribuir a mejorar la productividad del campo en estos tiempos tan difíciles para Alemania. La escasez de alimentos está haciendo mella en la población, y el Unimog puede contribuir a paliar la grave situación que atraviesa el país.
En junio del año pasado, coincidiendo con el final de la contienda, Friedrich llegó a Untertürkheim, en Stuttgart, para ayudar en la reconstrucción de Daimler-Benz AG y, al mismo tiempo, trabajar en su idea de lograr un vehículo agrícola motorizado. Los planes encajaban con un viejo proyecto de Daimler-Benz sobre un vehículo de tracción a las cuatro ruedas, que se remontan a 1942.
El 4 de agosto del año pasado, un ingeniero del equipo de Friedrich elaboró el primer proyecto para su revisión inmediata. El 7 de septiembre los borradores del Unimog fueron presentados ante la Dirección de la Empresa, que no mostró demasiado interés por el vehículo agrícola de motor. Sin embargo, el proyecto siguió adelante y, ya el 9 de octubre de 1945, hace ahora un año, llegó hasta la Comisión del Control de Producción que tiene la autoridad militar estadounidense que opera en esta zona de Alemania.
Junto al proyecto, se presentó una solicitud para poder fabricar una decena de unidades de este novedoso vehículo agrícola que podría rodar prácticamente por cualquier tipo de terreno. El 20 de noviembre, el Grupo de Alimentos y Agricultura de la zona ocupada por los ejércitos británico y norteamericano dieron su conformidad.
Esto supuso la salida para un prototipo que se desarrollaría por completo a lo largo del presente año. Antes que eso, Friedrich se encargó de preparar a Gold und Silberwarenfabrik Erhard & Söhne, una empresa de Schwäbisch Gmünd que trabajaba industrialmente el oro y la plata, pero que carecía de experiencia en el mundo de la maquinaria agrícola, para garantizar la consecución de los objetivos.
Un duro trabajo hecho realidad a lo largo de este año
El 2 de enero de 1946, Albert Friedrich pasó la dirección del proyecto a Heinrich Rößler. En cuestión de unas semanas, el proyecto se rehizo por completo, incorporando innovaciones técnicas que serían cruciales para el éxito del Unimog.
El motor y la caja de cambios se colocaron directamente a la derecha del eje longitudinal del vehículo. De esta manera, las barras de torsión que protegen el eje de la transmisión podían formar un ángulo recto con los ejes, y, en consecuencia, sólo serían necesarios cuatro puntos de unión con el chasis.
Entre los meses de enero y junio, se finalizó la definición técnica de lo que se conoce como UNIversal MOtor Gerät, o máquina motorizada de aplicaciones múltiples. Alcanza los 50 km/h, el doble que un tractor agrícola convencional; todas sus ruedas son motrices y cuenta con bloqueo de diferencial tanto en el eje delantero como en el eje trasero; también los frenos actúan sobre ambos ejes; el diseño de su bastidor lo acerca a los modernos automóviles y camiones.
Además, su cabina es cubierta, y está equipada con asientos tapizados aptos para dos ocupantes; tiene un compartimento de carga ubicado sobre el eje trasero, que le permite cargar hasta una tonelada de todo tipo de materiales, madera, grano...; su distribución de pesos, de 2/3 en el eje delantero y 1/3 en el eje trasero, lo hace estable aun cargado al máximo; y cuenta con enganches en el frontal, en la trasera y en los laterales, útiles para añadirle cuantos complementos sean precisos para que pueda realizar sus labores.
Ya en marzo, Hans Zabel de Gaggenau, un ingeniero que forma parte del proyecto desde el principio, puso nombre al vehículo. El Unimog, la máquina motorizada de aplicaciones múltiples, nace pensando en la agricultura, aunque pronto se podrá equipar con una gran cantidad de complementos y entonces estará en disposición de desarrollar todo su potencial.
A medida que el progreso técnico permita introducir mejoras en el Unimog, este vehículo podría contribuir a la mejora de la sociedad en otros muchos terrenos, desde la lucha contra incendios hasta la exploración del territorio, pasando por el mundo del transporte o el remolcado de otros vehículos.
Por el momento, el Unimog monta un motor de gasolina de 1,7 litros y cuatro cilindros, aunque es de esperar que en un futuro no muy lejano se pueda pasar a los motores diésel, que aportan mucha más fuerza en el cigüeñal del motor. Se cuenta que Daimler-Benz AG tiene casi a punto de presentar un poderoso motor de gasóleo que desarrolla 25 CV de potencia y que le podría venir como anillo al dedo a la innovadora máquina motorizada de aplicaciones múltiples.
Estamos en octubre de 1946 y ha nacido el Unimog, aunque todavía falta tiempo para que pueda llegar al mercado. Fuentes de Daimler-Benz AG comentan que eso podría suceder en cuestión de uno o dos años. Esperemos que este singular vehículo, que ha visto la luz ahora, ilumine durante mucho tiempo los caminos en los maltrechos campos de Alemania. Si en cuestión de, pongamos, 70 años ha conseguido vender por ejemplo 400.000 unidades, el trabajo realizado por Albert Friedrich, Heinrich Rößler y todos sus subordinados no habrá sido en vano.