Era un rumor a voces que hoy mismo se ha oficializado. A partir de 2014, y durante dos temporadas, Kimi Raikkonen será piloto de Ferrari. Tres años después de su abrupto adiós, para dejar hueco a Fernando Alonso, el finés regresa a la escudería con la que se proclamó Campeón del Mundo de Fórmula 1 en 2007.
De esta forma, Ferrari se asegura tener en su pareja de pilotos a dos de los mejores de la parrilla. La gran duda es cómo será la convivencia, y la lucha de egos, entre dos números uno como Raikkonen y Alonso. Al menos, deberían poder luchar por ambos títulos, sobre todo el de constructores, que en los últimos años ni han olido. Máxime cuando el gran rival, Red Bull, contará con un novato, Daniel Ricciardo, en lo que se dice a luchar por las posiciones de privilegio.
En esta segunda etapa en la marca del cavallino, el objetivo de Raikkonen no debería ser otro que volver a aspirar, de tu a tu, al título. Algo que hizo entre comillas el año pasado aunque en ningún momento lo tuvieramos como verdadero candidato. Lotus ha dado un gran salto al frente pero de ahí a luchar con los "mayores" aún ahí un gran escalón. Y ese escalón se mide en dinero, justamente el mismo que ahora falta en la escudería británica y que ha imposibilitado retener a Iceman.
Eso en cuanto al que llega. En cuanto a los que se van, ayer mismo, Felipe Massa se despedía síntoma de que la decisión estaba tomada y sólo faltaba la confirmación por parte de la escudería. En Maranello se han cansado de la irregularidad del brasileño que tras 8 años dirá adiós a los italianos. A partir de ahora, el futuro de Massa es incierto ya que hace unos meses anunció que de no seguir en Ferrari, abandonaría la máxima categoría.
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