La sección de motor de elmundo.es publica un especial sobre el diseño de un circuito de velocidad.
Se analiza en primer lugar la meteorología del lugar y se decide el tipo de asfalto de la pista. Como curiosidad apuntan que un kilómetro de circuito es más económico que uno de autovía. Otro factor fundamental son las dimensiones. Un circuito demasiado largo no “engancha” con tanta facilidad a los espectadores, que deben esperar más tiempo para ver pasar a los contendientes.
Los circuitos deben someterse a las normativas de las competiciones que en él se van a disputar. Pero no siempre las de la FIA (automóviles) y de la FIM (motocicletas) coinciden. Esto se soluciona con elementos móviles, como las paredes de neumáticos.
El trazado, diferente en cada circuito (exceptuando los ovales), debe favorecer los adelantamientos, así como maximizar el campo de visión de los espectadores.
Además, las trazadas de automóviles, motocicletas y camiones no coinciden, y todo ello debe tenerse en consideración. GPO es la empresa que está detrás del diseño de los trazados de Montmeló, Albacete y Ricardo Tormo.
Estas son algunas de las exigencias de la FIA:
- longitud entre 3,5 y 7 kilómetros.
- anchura mínima de 12 metros
- la mayor recta no puede superar los 2 kilómetros
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