
Imagínate que coges el último tren de la noche y que, por la mañana, cuando vuelves a la estación para coger el primer tren del día, no queda nada de la estación que utilizaste el día anterior y en su lugar hay una estación completamente nueva.
Es lo que está haciendo la compañía japonesa JR West para reemplazar las viejas estaciones de madera por unas nuevas de hormigón. Gracias a la impresión 3D, estas nuevas estaciones se instalan en cuestión de horas, son resistentes y más baratas.
De la noche a la mañana te encuentras una estación totalmente nueva
Lo confieso: no recuerdo cómo es la estación de tren de Madrid Chamartín-Clara Campoamor sin obras. A lo largo de los últimos meses, he pasado varias veces por allí para coger trenes y cada vez que he ido, la estación estaba diferente.
Es justo decir que el proyecto de ampliación y remodelación integral de Chamartín es una obra enorme y, lógicamente, se necesita tiempo para llevarla a cabo, pero también es justo decir que, por lo general, en España no tenemos mucha prisa a la hora de hacer cualquier obra. En otros países, en cambio, la celeridad es la norma cuando se trata de hacer obras.
JR West is constructing the world’s first 3D-printed railway station at Hatsushima Station (Wakayama).
— Japan Station (@JPNStation) March 17, 2025
The station building will use 3D-printed reinforced concrete parts, reducing on-site work and construction time. This method improves durability, allows for flexible designs,… pic.twitter.com/4QC9iB633D
El mejor ejemplo es la red de tren de alta velocidad de China: en 15 años han construido 40.000 km, mientras que en España tardamos 19 años en llevarlo de Madrid a Asturias. Pero China no es el único país en el que se dan prisa en construir infraestructuras de tren: en Japón han levantado una estación de tren en apenas 3 horas.
La compañía nipona Japan Railway Company, más conocida como JR West, quería cambiar la antigua estación de madera de Hatsushima, construida en 1949, por una completamente nueva. Gracias a la impresión 3D, lo ha hecho en un rato, de manera que por la noche los viajeros utilizaron la estación de madera y por la mañana esa misma estación se había remplazado por una nueva de hormigón. JR West aprovechó la noche para instalar la nueva estación porque había un intervalo sin trenes y así no se afectaba a ningún viajero.
De momento, la nueva estación todavía no se ha inaugurado, pero su construcción marca un antes y un después porque ha servido para tener claro que es posible llevar a cabo este tipo de obras sin que afecte al funcionamiento de la línea de tren.
JR West construyó el pasado miércoles el primer edificio de estación del mundo creado con tecnología de impresión 3D. Se encuentra en la estación de Hatsushima, en Wakayama. https://t.co/PMsMJnWhsg
— Nippon.com 🇯🇵 en español (@nippon_es) March 27, 2025
En este caso, ha ayudado que la estación sea muy pequeña, de unos 10 metros cuadrados, por lo que es similar a una parada de autobús. Obviamente, para levantar una estación más grande se necesitará más tiempo, pero en Japón hay cientos de estaciones como esta, así que la impresión 3D puede ayudar a reemplazarlas.
Además, el hormigón armado es un material resistente que aguanta bien el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas, así como los terremotos, un factor determinante en un país como Japón. La empresa Seendix ha impreso en 3D los bloques de hormigón y JR West simplemente los ha instalado. No solo es más rápido que una construcción convencional, sino que también es más barato y permite tener diseños más flexibles. Está claro que la remodelación de Chamartín no se puede hacer en horas, pero la impresión 3D puede agilizar mucho este tipo de obras.
Imagen | Unsplash