En España estamos acostumbrados a las obras que duran meses. En Japón han levantado una estación de tren en apenas 3 horas. Y por la mitad de precio

En España estamos acostumbrados a las obras que duran meses. En Japón han levantado una estación de tren en apenas 3 horas. Y por la mitad de precio
5 comentarios

Imagínate que coges el último tren de la noche y que, por la mañana, cuando vuelves a la estación para coger el primer tren del día, no queda nada de la estación que utilizaste el día anterior y en su lugar hay una estación completamente nueva.

Es lo que está haciendo la compañía japonesa JR West para reemplazar las viejas estaciones de madera por unas nuevas de hormigón. Gracias a la impresión 3D, estas nuevas estaciones se instalan en cuestión de horas, son resistentes y más baratas.

De la noche a la mañana te encuentras una estación totalmente nueva

Lo confieso: no recuerdo cómo es la estación de tren de Madrid Chamartín-Clara Campoamor sin obras. A lo largo de los últimos meses, he pasado varias veces por allí para coger trenes y cada vez que he ido, la estación estaba diferente.

Es justo decir que el proyecto de ampliación y remodelación integral de Chamartín es una obra enorme y, lógicamente, se necesita tiempo para llevarla a cabo, pero también es justo decir que, por lo general, en España no tenemos mucha prisa a la hora de hacer cualquier obra. En otros países, en cambio, la celeridad es la norma cuando se trata de hacer obras.

El mejor ejemplo es la red de tren de alta velocidad de China: en 15 años han construido 40.000 km, mientras que en España tardamos 19 años en llevarlo de Madrid a Asturias. Pero China no es el único país en el que se dan prisa en construir infraestructuras de tren: en Japón han levantado una estación de tren en apenas 3 horas.

La compañía nipona Japan Railway Company, más conocida como JR West, quería cambiar la antigua estación de madera de Hatsushima, construida en 1949, por una completamente nueva. Gracias a la impresión 3D, lo ha hecho en un rato, de manera que por la noche los viajeros utilizaron la estación de madera y por la mañana esa misma estación se había remplazado por una nueva de hormigón. JR West aprovechó la noche para instalar la nueva estación porque había un intervalo sin trenes y así no se afectaba a ningún viajero.

De momento, la nueva estación todavía no se ha inaugurado, pero su construcción marca un antes y un después porque ha servido para tener claro que es posible llevar a cabo este tipo de obras sin que afecte al funcionamiento de la línea de tren.

En este caso, ha ayudado que la estación sea muy pequeña, de unos 10 metros cuadrados, por lo que es similar a una parada de autobús. Obviamente, para levantar una estación más grande se necesitará más tiempo, pero en Japón hay cientos de estaciones como esta, así que la impresión 3D puede ayudar a reemplazarlas.

Además, el hormigón armado es un material resistente que aguanta bien el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas, así como los terremotos, un factor determinante en un país como Japón. La empresa Seendix ha impreso en 3D los bloques de hormigón y JR West simplemente los ha instalado. No solo es más rápido que una construcción convencional, sino que también es más barato y permite tener diseños más flexibles. Está claro que la remodelación de Chamartín no se puede hacer en horas, pero la impresión 3D puede agilizar mucho este tipo de obras. 

Imagen | Unsplash

Temas
Recibir por e-mail:

    Escribir comentario
    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información