En 2021 la FIA estableció un límite presupuestario para la Fórmula 1 que tenía un claro objetivo: igualar el rendimiento entre equipo. Pero, como suele pasar con las normativas en la Fórmula 1, enseguida aparecieron grietas. Red Bull, el gran dominador desde entonces, es quien más las ha aprovechado, y no solo con su equipo filial.
Cuando la FIA anunció su límite presupuestario, Red Bull puso en marcha un proyecto hypercar para crear un coche que no competiría en ningún lado y que está desarrollado con la misma tecnología de la Fórmula 1. Muchos de los ingenieros de Red Bull, incluido Adrian Newey, trabajan allí, así que parte de su sueldo no computa en Fórmula 1. La FIA quiere cortar eso.
A partir de 2026, computará para el límite presupuestario el salario íntegro de Newey
Desde que Red Bull anunció su proyecto hypercar casi a la vez que se puso en marcha el techo presupuestario en la Fórmula 1, un runrún corrió por el paddock. Y no tardó en confirmarse. Adrian Newey, el gurú técnico de Red Bull, y otros grandes ingenieros del equipo computan gran parte de su sueldo en el hypercar, y así no ocupan límite presupuestario.
Es decir, teóricamente Newey dedica el 50% de su tiempo al hypercar de Red Bull, y el otro 50% a la Fórmula 1, por lo que solo esta última parte computa en el límite presupuestario. El truco está en que el hypercar es un coche desarrollado también con tecnología de Fórmula 1, y que de hecho ni siquiera hay planes de que vaya a competir jamás.
McLaren ha podido descubrir mejor que nadie los trucos de Red Bull. Acaban de fichar a Rob Marshall, veterano ingeniero, del equipo de las bebidas energéticas. Pues han descubierto que el trabajo de Marshall estaba dividido en un 50% en el hypercar de Red Bull, un 40% en Red Bull Powertrain y solo un 10% en la Fórmula 1, que era lo único que computaba.
Además, se sabe que Red Bull también ha utilizado a su equipo filial, Racing Bulls, habitualmente con más espacio en su límite presupuestario, para enviar ingenieros de primera fila, como fue el caso de Guillaume Cattelani. Por eso hay quien exige que vendan el equipo, y por eso la FIA se ha puesto muy seria.
A partir de 2026, cualquier empleado destinado a la Fórmula 1 computará el 100% de su salario, aunque solo destine teóricamente el 1% de su trabajo a la Fórmula 1. Una medida que va claramente dirigida a acabar con los trucos de Red Bull, y a que Adrian Newey deje de ser el falso autónomo más rentable de la Fórmula 1.
Hasta 2026 habrá que seguir aguantando el dominio apabullante de Red Bull amparado en prácticas al borde de la legalidad como éstas.