Más malas noticias para los repartidores. A los drones de reparto de compañías como Amazon y Uber (que reclaman ser un complemento del repartidor y no un sustituto) se une la tecnología autónoma. Lo último de Ford es una alianza con Domino´s Pizza para investigar cómo de reticente anda el mercado en cuanto al hecho de que sea un coche autónomo el que entregue las pizzas a domicilio.
Como parte de las pruebas, los investigadores de ambas compañías investigarán las reacciones de los clientes a interactuar con un vehículo autónomo como parte de su experiencia de entrega. Durante las próximas semanas, los clientes de la zona de Ann Arbor, en Michigan, podrán recibir sus pizzas de un Ford Fusion Hybrid autónomo. Se acabó reclamar la tardanza o las propinas. Se vislumbra el fin del contacto humano.
Ya no te verá el repartidor en bata: ahora lo hará todo el vecindario
Ya hemos visto a personas disfrazadas de asientos mientras conducen. ¿Qué qué? ¿Para qué? La conducción autónoma está en constante proceso evolutivo (a veces involutivo), y por eso necesita ser testada una y otra vez para comprobar cómo se desenvuelve no solo entre el resto de vehículos, sino también entre las personas. De ahí eso de fingir que un coche autónomo va circulando con total normalidad por la calle, cuando en realidad hay una persona disfrazada al volante cuyo objetivo es testar la reacción de los peatones.
La alianza de Ford y Domino´s Pizza tiene el mismo objetivo: investigar cómo reaccionaremos cuando la pizza nos la traiga un coche sin conductor. Durante esta fase de investigación, un Ford Fusion Hybrid de conducción autónoma será pilotado manualmente por un ingeniero de seguridad de Ford para realizar las entregas. Lo que prima es la reacción del cliente, y no el rendimiento del software.
Los clientes, que participarán en el experimento en Michigan, podrán rastrear el vehículo de entrega a través del GPS usando una versión actualizada de la aplicación Domino's Tracker, y recibirán mensajes de texto a medida que se acerque el vehículo con un código que desbloquea, desde una tableta trasera, el compartimento donde espera la pizza.
Es decir, a parte de acelerar la obsolescencia del precario empleo del repartidor de pizza, nos obliga a tener que salir a la calle a buscar nuestra cena a pesar de haberla encargado telemáticamente precisamente para evitar eso, o no tener que cocinar. En el último supuesto, este sistema sí cumple su cometido. Otro handicap: la pérdida del fugaz contacto humano entre tú y el repartidor.
Este proyecto piloto traza el camino hacia los objetivos que se ha propuesto la marca del óvalo a partir de 2021. El nuevo CEO, Jim Hackett, aseguró que los coches autónomos no sustituirían los conductores humanos y que las empresas de car-sharing no eliminarán de la ecuación el coche privado.
Pero no es la primera vez que Domino´s Pizzza emprende un proyecto disruptivo; en 2016 probó un robot repartidor de pizzas en Nueva Zelanda con capacidad de hasta 10 pizzas que se mantienen en su interior a la temperatura óptima.
Un año antes crearon el llamado Domino's Delivery Expert (DXP), un coche de pequeñas dimensiones con capacidad para 80 pizzas
Hoy la pizza, mañana quién sabe.
Foto | Ford