Así era la descomunal Ford F-250 Super Chief, la pick-up con nombre de locomotora que usaba hasta tres combustibles para moverse
La Ford F-250 Super Chief se concibió como una verdadera bestia de carga que podía utilizar no uno ni dos, sino tres combustibles para funcionar. Todo un ejercicio de poderío en forma de pick-up salvaje que la marca del óvalo azul se marcó con ocasión del ya lejano Salón de Detroit de 2006.
Fue simplemente un concept-car, un diseño conceptual que nunca llegó a fabricarse más allá de la unidad de muestra, pero por su rotundidad y por lo poco habitual de su motorización, su historia resulta fascinante.
Diseño poderoso, diseño de ferrocarril lujoso
La denominación Super Chief evocaba la poderosa locomotora Super Chief, empleada por la línea de ferrocarril Atchison, Topeka y Santa Fe, que conectaba Chicago con Los Ángeles, entre otras ciudades de Estados Unidos.
La Super Chief fue la primera locomotora diésel encargada de tirar de lujosos coches Pullman que contaban incluso con aire acondicionado, ya en 1936, y aún hoy es todo un icono del transporte ferroviario en el país americano.
Longitud | Anchura | Altura |
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6,70 m | 2,40 m | 1,98 m |
La utilización de la denominación Super Chief por parte de Ford no fue una mera cuestión nominativa. Alejándose de la línea seguida con las recientes camionetas de la serie F, la Ford F-250 Super Chief era todo un reconocimiento a la estética del tren que había unido los Estados Unidos de Norteamérica durante décadas.
Esa robustísima apariencia sentó una base en el diseño de las pick-up de Ford que ha llegado incluso a modelos posteriores, con la brutal Ford F-150 Raptor como muestra de la desmesura, e incluso la Ford Ranger Raptor en su papel de hermana chiquita pero matona.
En el interior, la que aspiraba a ser la pick-up más lujosa del momento hacía gala de exquisitos materiales combinados con una línea sobria. Iluminado por un amplio techo de cristal con cuarterones, el interior mostraba incrustaciones de madera de nogal, aluminio pulido y cuero Spinneybeck teñido en anilina.
Esto creaba una atmósfera digna de los ocupantes más sibaritas. Serían cuatro ocupantes que harían uso de esos butacones con brazos que la Ford F-250 Super Chief tenía por asientos, complementándolos con unos escabeles que, a modo de reposapiés escamoteables bajo el suelo, conferirían a la pick-up de Ford el ambiente de los coches cama de la emblemática Super Chief ferroviaria.
Los diseñadores de la Ford F-250 Super Chief eran conscientes del enorme tamaño de su pick-up. Tanto, que desarrollaron un sistema de protección denominado BlockerBeam, una medida de protección pasiva para que en caso de colisión con un coche más pequeño, esto es, el 99 % de las ocasiones, el suelo de la pick-up se deformaría, absorbiendo buena parte de la energía liberada en el impacto y evitando así el empotramiento del otro vehículo.
Sistema Tri-Fuel: gasolina, etanol o hidrógeno
Del puesto de conducción de la Ford F-250 Super Chief destacaba, por encima de todo, el enorme timón dispuesto a modo de selector para las diferentes posiciones de la transmisión, y para la alimentación. Esto, en un vehículo que se distinguía por su sistema Tri-Flex, con el que alimentaba un motor V10 de 558 CV y 542 Nm mediante gasolina, etanol E85 o hidrógeno.
El hidrógeno como combustible para quemar en la cámara del motor es un elemento químico que hoy apenas nos planteamos, por ser más ineficiente que otras fuentes de energía. Sí se utiliza para generar electricidad en los coches de pila de combustible, y aun así, su uso no está en absoluto extendido. Sin embargo, en 2006 Ford vendía el hidrógeno como la mejor fuente de cara al futuro:
El hidrógeno es el mejor combustible limpio del futuro. No sólo es el combustible más limpio, es el elemento más abundante en la Tierra.
Es abundante... pero no se encuentra en la corteza terrestre de manera natural y accesible. Por eso, se produce de forma industrial a partir de algún compuesto químico, ya sea agua, biomasa o hidrocarburos, más el posterior almacenaje, además del transporte necesario hasta el punto de suministro.
En esa producción industrial el hidrógeno pierde buena parte de esa limpieza que proclamaba Ford en 2006, en primer lugar porque cada transformación energética genera pérdidas, y en segundo lugar por la necesidad de las actividades logísticas asociadas. Todo esto lleva a pensar que hay alternativas más eficientes.
De vuelta al Ford F-250 Super Chief, y según datos de la marca, tenemos que, funcionando con hidrógeno, el motor V-10 sobrealimentado proporcionaba hasta un 12 % de mejora en el ahorro de combustible, si lo comparásemos con un motor V-10 de gasolina no sobrealimentado; y un 99 % menos de emisiones que el mismo motor de la pick-up funcionando con gasolina.
Ford situaba en 500 millas (805 kilómetros) la autonomía que era capaz de tener la Ford F-250 Super Chief con el uso exclusivo de hidrógeno como combustible.
Para conseguir esto, el motor debía acoplar un sobrealimentador específico para su uso con hidrógeno, debido al menor poder calorífico de este gas, respecto al que dan el etanol E85 o la gasolina. Esto motivaba que para utilizar hidrógeno fuera necesario detener el motor. En cambio, pasar de gasolina a etanol, o viceversa, se podía hacer con el motor en marcha, mediante un simple botón.
De hecho, Ford aprovechó los desarrollos que llevó a cabo desde 1996 en cuanto al uso de etanol y gasolina como carburantes en motores de explosión, con 1,6 millones de unidades fabricadas con sistemas de alimentación flexible en los años previos a la presentación mundial de su motor Tri-Flex. Y la idea era no sólo afianzar los sistemas de dos carburantes, sino demostrar que Ford era capaz de poner sobre la mesa un sistema de alimentación con tres combustibles.
La Ford F-250 Super Chief nunca llegó a producción. Sin embargo, sí que conoció la vida comercial en forma de videojuego, tanto para Nintendo Wii como para PlayStation 2, con Ford Racing: Off Road. Allí, la Ford F-250 Super Chief era el coche máximo al que cualquier jugador podía aspirar. Nada que nos deba extrañar, teniendo en cuenta su descomunal apariencia.