Chrysler puede decir por fin que ve la luz al final del túnel, ya que en el primer trimestre de este año tuvo unos beneficios de 116 millones de dólares. En realidad el año pasado ya tuvo buenos resultados, pero la devolución de los préstamos a Estados Unidos y Canadá lastró sus datos.
Lo mejor es que la marca americana ha anunciado que está a punto de devolver por completo los 7.000 millones de dólares de dinero público que le fueron prestados, por lo que es de esperar que una vez liberada de los pagos de los préstamos y los intereses del mismo, sus beneficios puedan mejorar.
Este cambio de rumbo en Chrysler es consecuencia directa de la participación en su capital (46%) por parte del grupo Fiat, que además aumentará próximamente hasta alcanzar el 51%.
No obstante, aunque los datos sea buenos, no es sensato, en mi opinión, lanzar las campanas al vuelo. Es cierto que el resultado operativo de la marca lleva lleva ya un año en verde, pero también es verdad que estas cifras se explican por una mejora de la situación financiera de la empresa, circunstancia que más que un síntoma de recuperación (que también los es), es una condición necesaria para el buen progreso de la compañía.
En otras palabras, Chrysler ha superado los escollos que tenía delante y es ahora cuando puede volver a pensar en volver a la lucha. El famoso plan comercial de Sergio Marchionne acaba en 2014, será entonces cuando tendremos qué ver que objetivos se han cumplido y cuáles no. Por el momento parece que Chrysler va por el buen camino.
Vía | Expansión
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