Pocas cosas habrá que te podamos mostrar del Salón de Paris y no hayas visto todavía. No obstante, puede que pasarás por alto cierta particularidad del Toyota GT86 que había expuesto en el Salón con unas más que misteriosas lunas totalmente negras.
Te acercas, y compruebas sorprendido que el coche se está moviendo, da botes, las suspensiones están trabajando… y antes de mal pensar escuchas el rugido del propulsor que sale desde el habitáculo. ¿Qué está pasando? La respuesta es que Toyota ha metido un simulador del GT86 dentro de un Toyota GT86. Y éste imita todas las acciones que los mandos mandan al software haciéndote sentir como si estuvieras devorando los grandes circuitos del mundo.
Simulador GT86 dentro de un GT86
Allí estaban Sébastien Buemi – no, no es Ángel Di Maria – y Anthony Davidson, pilotos de Toyota en las 24 Horas de Le Mans. Ambos se lo pasaron como enanos dando gas por doquier con la tranquilidad de saber que puedes tomarte un café mientras conduces.
Simuladores, útiles para novatos y profesionales
Simuladores tan realistas como el que los visitantes del salón del motor de Paris pudieron disfrutar parecen ser una de las mejores opciones para los conductores noveles que aun tienen "miedo" a conducir. Las sensaciones son tremendamente parecidas a las del vehículo real y la posibilidad de habituarse a la conducción con los mismos mandos que encontrarás en tu vehículo hace que el paso de no haber conducido nunca a tener cierta confianza sea más fácil y seguro.
Además, pueden ser utilizados por pilotos amateur o profesionales que buscan memorizar trazados internacionales sin moverse del lugar. De hecho, es uno de los recursos utilizados por pilotos de Formula 1: no corren ningún riesgo físico y pueden ganar experiencia antes de encarar un Gran Premio.
