Las vacaciones es el momento que todo esperamos para descansar, desconectar y sufrir a medida que van llegando a su fin. Y para irnos de vacaciones, si lo hacemos en coche, es necesario primero organizar todo el equipaje de forma que sea cómodo, seguro, y por encima de todo, que nos quepan todos los bultos y no nos dejemos nada importante detrás.
Puede llegar a convertirse en una verdadera pesadilla, del calibre de la pesadilla que sufren los diseñadores de maleteros para dar con una solución que permita incluir la mayor cantidad posible de bultos en un volumen limitado. Organizar un maletero debe ser una tarea metódica y eficaz, aunque habrá veces en las que nos las veremos y desearemos para que todo encaje donde debe.
Quizá el mayor problema que nos podamos encontrar es si viajamos con niños, y son pequeños (vamos, que necesitan llevar la silla consigo). Si no disponemos de una silla plegable (muy plegable), ésta ocupará un volumen considerable que pondrá en jaque la correcta organización del maletero. Además, llevando niños, es fácil que nos llevemos la casa a cuestas para pasar desde un fin de semana a mayores períodos de tiempo. Para consejos sobre equipaje de bebés tenéis el enlace anterior, ¡repasadlo!
Organizar el maletero es como organizar una maleta, pero mejor
Organizar el maletero es como organizar una maleta, pero ¿y si no sabemos organizar una maleta? Dejando la filosofía aparte, pensemos que la manera en la que organizamos los bultos impacta directamente en la estabilidad del coche, en la distancia de frenado, en el consumo de combustible,... al fin y al cabo podemos cargar decenas de kilos en la parte trasera del coche, a los que sumaremos los pasajeros y lo extra que llevemos.
Un maletero correctamente cargado nos ayuda a viajar más seguros, y a la inversa, si está mal organizado o con los pesos mal repartidos, podremos comprometer la estabilidad del coche, o consumir más combustible. Los bultos más grandes y de mayor peso deben ir, en teoría, al fondo del maletero y debajo del resto, como base. Luego iremos colocando el resto de bultos por pesos y tamaños progresivamente hasta llenar el volumen disponible.
Los objetos más pequeños irán en los huecos que vayan quedando, poniendo especial atención en que no queden sueltos ni con acceso al habitáculo. En este sentido es muy poco recomendable que dentro del habitáculo haya objetos sueltos como botellas de agua, juguetes o cualquier otra cosa. Si hay oportunidad de llevar las botellas de agua sujetas de alguna forma (en portabebidas, en un hueco de las puertas...), mucho mejor. Y los juguetes, prescindir de ellos es una garantía de que en caso de colisión no se conviertan en proyectiles descontrolados. Claro que eso nos trae a la mente el dilema de cómo entretener a un niño en un viaje.
La baca es un complemento al maletero que también debe organizarse con mucho cuidado. Lo mejor es contar con una de las cerradas, los cofres portaequipajes, que mantienen la aerodinámica aunque tienen menos capacidad (lógicamente) que la parrilla tradicional. Eso sí, limitar esa carga superior es muy importante porque es fácil pasarnos. Si podemos evitarlo, no la usaremos; si la necesitamos, colocaremos los bultos de atrás hacia delante, para no comprometer la aerodinámica del coche.
Si realmente nos llevamos la casa a cuestas, a lo mejor nos compensa llevar un pequeño remolque con las cosas más pesadas. En todo caso, no todos los coches están adaptadas para ello, pero es cuestión de ver si nos es rentable a largo plazo, o aprendemos a optimizar nuestro equipaje.
Foto | Marisol*
