Hoy en día todavía mueren en accidente de tráfico alrededor de 1,2 millones de personas cada año. En 2007 Volvo se marcó como objetivo que en el año 2020, no falleciera ni resultase herida de gravedad ninguna persona a bordo de un coche de la marca sueca.
Y más allá de hacer que los coches protejan mejor a sus ocupantes en caso de accidente, el objetivo primero, y crucial, es evitar que los coches choquen. Y para esto Volvo cree que la solución pasa por todos los sistemas de asistencia y ayuda a la conducción, por las reacciones automáticas del coche para evitar un accidente, y sobre todo por la conducción autónoma.
Proyecto Drive Me: 100 coches y 100 conductores
De ahí que además de otros fabricantes, Volvo sea uno de los que más noticias nos suelen dar sobre sistemas de detección y asistencia, como por ejemplo el sistema de detección de peatones y ciclistas, el sistema de conducción autonóma en atascos de tráfico y frenado automático en cruces, o los sistemas de piloto automático temporal conocidos como trenes de carretera, proyecto europeo, que incluso se probaron por carreteras españolas en 2012.
En 2014 el primer modelo de Volvo en incorporar el sistema de conducción autónoma en atascos de tráfico será el Volvo XC90. Este sistema es bastante avanzado y no solo reconoce las líneas de carril, sino también los sistemas de balizamiento temporal como conos, barreras y el borde de la calzada, para actuar sobre la dirección y llevar el coche por su sitio.
En 2017 Volvo comenzará una experiencia piloto de conducción autónoma en Gotemburgo, en Suecia, llamada Drive Me, con 100 conductores voluntarios que pondrán a prueba el sistema por las calles y carreteras abiertas al tráfico, en condiciones reales, con 100 coches Volvo equipados con sistema de conducción autónoma.
El gobierno de Suecia participa en el proyecto (Administración y Agencia de transporte), y también el ayuntamiento de la ciudad de Gotemburgo y el Parque científico de Lindholmen.
El proyecto Drive Me comenzará en 2014 depurando la tecnología, evaluando los coches en circuito, o en condiciones controladas en carretera, desarrollando una interfaz de usuario, el sistema de computación en la nube y buscando conductores candidatos.
En el 2017 los coches conducirán por sí solos a lo largo de 50 km de carreteras seleccionadas de Gotemburgo, con diferentes condiciones (ciudad, atascos, autopista y aparcamiento totalmente automático).
El conductor planificará su recorrido con zonas de conducción manual y zonas de conducción autónoma. Es suficiente con pulsar un botón del volante para que el coche cambie entre modo manual y modo autónomo. Los coches se catalogan como altamente autónomos, por lo que la responsabilidad de la conducción será del coche íntegramente. El condutor podrá ir relajado haciendo otras cosas.
Para ello los coches irán provistos de radares, lidar y cámaras, pero también de GPS y mapas detallados de las carreteras por las que podrán circular en modo totalmente autónomo. Los coches estarán conectados a la central de Volvo para tener siempre mapas e información de tráfico totalmente actualizados en tiempo real.
Del proyecto se extraerán muchos datos de uso y conclusiones, acerca de los beneficios que aporta para mejorar la circulación haciendo un uso más eficiente de las carreteras, qué es necesario en las carreteras para mejorar la conducción autónoma, qué situaciones de circulación son óptimas para la conducción autónoma, cuánto se fía el conductor del sistema y cómo reaccionan los otros conductores al darse cuenta de que ese coche conduce por sí solo.
Según las experiencias de Volvo hasta el momento, los sistemas de conducción autónoma no solo reducirán el número de accidentes, y harán más confortable el viaje en el coche, también ayudarán a reducir el consumo y las emisiones de los coches en la práctica, donde en según que casos y situaciones, la marca sueca ha llegado a observar reducciones de consumo de hasta el 50%.
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