El otro día hemos hablado de la noticia de la desaparición de uno de los fabricantes más originales de la nueva generación de coches eléctricos, los norteamericanos de Aptera, que después de cuatro años desarrollando un interesante concepto, y esperando una financiación que nunca llegaba, decidían de forma definitiva el cese de sus operaciones.
Ahora la empresa está en proceso de liquidación, proceso durante el que se deberá determinar los activos, valorarlos y ponerlos a la venta para satisfacer a los acreedores, algo que no parece importar demasiado a un presunto grupo de indeseables empleados, que no tienen nada mejor que hacer que dedicarse a destrozar las carrocerías almacenadas en una de las naves de Aptera.
En esta desagradable secuencia de imágenes, podemos ver como además de no disponer de una buena cámara, estos energúmenos con la ayuda de una carretilla elevadora, realizan unos crash test caseros, con el único objetivo de divertirse. Resulta curiosa la imagen durante el primer vídeo, donde podemos ver a un Aptera aparentemente finalizado, observando desde la distencia la escena y posiblemente pensando…”después seguro que me toca a mi“.
En definitiva, a pesar de que estéticamente el Aptera pudiese ser muy discutible, nadie tiene derecho a firmar un final de ciclo tan triste como el que podemos ver en estas secuencias, unos vídeos que las autoridades deberían usar para castigar a los responsables.
Vía | Autobloggreen
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