Estos día estamos viendo en la televisión una campaña por parte del fabricante japonés Lexus donde se destaca al híbrido compacto CT 200h como revolucionario, algo que me ha provocado una pequeña indignación. ¿Revolucionario? me he preguntado, pero como diría Mourinho ¿por qué?.
Como recordamos, el CT 200h es un modelo que la división de lujo de Toyota ha puesto en el mercado para competir contra rivales europeos, como el Audi A3 y el BMW Serie 1, pero ofreciendo un elemento diferenciador, un sistema híbrido y silencioso. Es algo que se destaca de forma importante en el anuncio, pero repito, ¿que tiene de revolucionario?.
Si miramos en el interior del motor, el CT 200h es un Prius de tercera generación, con su motor 1.8 litros gasolina con 99 CV, y su mismo motor eléctrico de 82CV, que en conjunto le proporcionan, la misma potencia, 136 CV. El pack de baterías sigue siendo el mismo que el Prius, incluso nos atrevemos a decir que tiene la misma capacidad que la primera y la segunda generación, una capacidad que le permite recorrer hasta 2 kilómetros en modo eléctrico, algo que 15 años después del lanzamiento del primer Prius, no es precisamente revolucionario.
En cuanto al consumo, donde realmente esperamos ver la revolución, vemos que es el mismo que el Toyota Auris HSD, con 3,8 litros cada 100 kilómetros y la misma que el Audi A3 1.6 TDI e, por lo tanto, aquí tampoco ha llegado la revuelta prometida por Lexus en su anuncio, por lo que solamente nos queda una opción, el precio.
Aquí el Lexus CT 200h parte desde los 28.850 euros, mientras que el
Audi A3 Attraction 2.0 TDI S tronic, con 140 CV, sale por 28.420 euros, y por su parte el BMW 118 d automático, con 143 CV y un consumo de 4,4 litros cada 100 KM, nos costará 29.644 euros, por lo tanto, repetimos, no vemos la revolución por ningún sitio.
Entonces tal vez debamos restringir la revolución a elementos menos tangibles, como su diseño, a mi entender muy poco agraciado, su tecnología interior, su planteamiento, pero con los fríos datos sobre la mano, podemos asegurar sin miedo a equivocarnos que el Lexus Ct 200h es un buen coche, muy bueno, pero para nada revolucionario como lo ha sido el primer Toyota Prius, o el Nissan Leaf.
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