No se trata de un objetivo a corto plazo, pero la pila de combustible de hidrógeno ya está en el radar de la Armada española. A través del programa Medusa 300, el objetivo es dotar a cuatro submarinos S-80 de un sistema de pila de combustible a bordo que podría estar listo en seis años.
Con una eslora de casi 90 metros y capaz de permanecer más de dos semanas en inmersión, estos submarinos tendrán capacidad de lanzamiento de misiles de ataque a tierra y anti bunque, torpedos filo guiados y minas.
Objetivo: llegar a los 300 kW
Este submarino monocasco montará el sistema Propulsión Independiente del Aire (AIP) 'made in Spain' basados en células de combustible y con un motor eléctrico de imanes permanentes.
Dicho sistema está dotado de un reformador de bioetanol que generará el hidrógeno y un sistema de pila de combustible, según desprende el programa publicado por la Dirección General de Armamento y Material, quien gestiona el proyecto.
La pila de combustible ha sido adquirida al gigante norteamericano UTC Aerospace System, uno de los mayores proveedores mundiales de productos aeroespaciales y de defensa, pero el objetivo es desarrollarla en España debido a su alto coste.
Según explica la cabecera defensa.com el sistema de pila de combustible debe alcanzar los 300 kW a lo largo de las tres fases del programa Medusa 300, dotado con un millón de euros para la primera fase.
En la primera se evaluará la funcionalidad de un módulo prototipo de 5 kW y se estudiarán alternativas tecnológicas; en la fase dos se hará con uno de 50 kW y en la tercera y última se desarrollará el de 300 kW, programado en 2026.
El objetivo es poder suministrar a los S-80 (que fabrica Navantia en Cartagena, Murcia) la pila de combustible a un coste razonable, sin depender de empresas extranjeras.
Hace años que la esfera de la Defensa por mar trabaja en soluciones basadas en el hidrógeno, puesto que no solo permite mejorar los sistemas de propulsión y la capacidad de las baterías, sino que se aumenta la autonomía de los submarinos alargando el tiempo que pasan bajo el agua, los hace virtualmente indetectables y consigue que las operaciones sean silenciosas.
Un buen ejemplo de esta tecnología lo encontramos en el submarino Tipo 212 (que puedes ver justo abajo), desarrollado por la alemana Howaldtswerke-Deutsche Werft GmbH para la Armada de Alemania, y que presta servicio desde 2005.
Este submarino monta un sistema de propulsión diésel y un sistema adicional de propulsión independiente de aire (AIP), que utiliza una membrana de intercambio de protones en células de combustible alimentadas por hidrógeno y almacenado en tanques construidos en hidruros metálicos.
Más allá de la esfera de la defensa, marcas como Toyota han aplicado la tecnología del Mirai para mejorar el sistema de un barco que energéticamente autónomo y que produce hidrógeno directamente a partir de agua de mar.
Nota: la imagen de portada es meramente ilustrativa y no se corresponde con el submarino S-80.
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