El fabricante coreano Raonhaje, ha puesto en el mercado uno de los desarrollos más curiosos de los que hemos visto en los últimos tiempos. Se trata del EGO, un mini submarino que permite a sus usuarios disfrutar de una experiencia de navegación diferente.
Básicamente el RGO es un pequeño bote de 3,35 metros de largo y 1,4 de ancho, que dispone de un habitáculo acristalado en sus bajos, que nos deja ver las profundidades marinas. Otro factor novedoso en el diseño, es la posibilidad de manejar el bote desde la parte acristalada, aunque dudamos mucho de la seguridad de esto.
Dispone de un sistema de dos motores eléctricos con una potencia de 2 kW cada uno, lo que además de una navegación silenciosa y respetuosa, le permiten alcanzar una velocidad máxima de 5 nudos. La energía procede de un pack de 12 baterías de plomo de descarga profunda a 8 voltios, que le proporcionan una autonomía de entre 4 y 8 horas de navegación, dependiendo de la velocidad.
Como decimos, una de las cualidades más diferenciadoras de este curioso diseño, es la posibilidad de manejar el barco desde la parte inferior, gracias además de a una cámara de vídeo, también a un segundo sistema de control, que nos permite variar la trayectoria sin necesidad de subir al piso de arriba.
Cuenta con los accesorios habituales en este tipo de botes, como radio VHF, por si encallamos, pantalla LCD y sonda de profundidad, aunque esta última la podremos sustituir con un vistazo desde la zona acristalada.
Dispone de capacidad para dos personas y lo mejor de todo, es que no se trata de un experimento o un diseño destinado a llamar la atención, el EGO ya está a la venta y sus creadores están buscando distribuidores por todo el mundo. Un ingenio que suponemos encontrará en las zonas turísticas, un lugar donde sacar provecho a sus originales características.
Fuente | Raonhaje
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