El sindicato de trabajadores Comisiones Obreras “CC.OO.” lo ha dicho bien claro. Las grandes ciudades necesitan más carriles bus en las autovías de acceso a la urbe. Según ellos en las horas puntas se generan terribles atascos en los accesos a las grandes ciudades y además indican al culpable de la situación.
Si, somos nosotros, los ciudadanos caprichosos y aburguesados que defendemos la tradición del “yo voy con mi coche hasta el trabajo”. Según parece en las mencionadas horas puntas, la tasa de ocupación media es de 1,3 tripulantes por cada vehículo que circula en estas vías de acceso.
Si lo pensamos bien, es imposible que cada uno de nosotros montados en nuestros respectivos coches quepamos en las carreteras españolas, sobre todo si estamos todos en el mismo sitio a la misma hora. Así que aquí es donde, en opinión de CCOO entra en juego el transporte público.
La teoría nos dice que si fuésemos todos en autobús a las grandes ciudades y volviésemos del trabajo también en autobús ahorraríamos tiempo y dinero ya que el transporte público puede disponer de carriles dedicados solo para el. Y ahí la demanda de que debería haber más carriles bus dedicados en más accesos a las ciudades.
Por eso los señores de CC.OO. defienden que antes de construir autovías de montones y montones de carriles, según ellos caras y menos respetuosas con el medio ambiente, es preferible hacer menos carriles pero que estos estén dedicados exclusívamente al transporte público.
Sobre el transporte público en las ciudades
Yo tengo mi opinión al respecto y seguro que no la comparte mucha gente. Yo opino que el transporte público apesta (insertar aquí el aluvión de críticas). La verdad es que no conozco de primera mano como puede ser la movilidad en ciudades como Madrid y Barcelona.
Un servidor vive en una ciudad media como es Valladolid y aquí el moverse en autobús es algo verdaderamente frustante sobre todo cuando puedo coger mi coche, ir tranquilamente y sin atascos a donde me plazca y aparcar en la puerta de casa con comodidad.
El transporte público es por lo general más lento, incómodo y caro, y lo peor de todo es que pierdes el placer de conducir. Lo mismo este panorama cambia cuando vives en una gran ciudad donde ahí ya por narices es coger el autobús o morir. También eso tiene que ver con las amplísimas necesidades de desplazamiento de la gente.
Normalmente en los grandes centros urbanos la gente vive a muchos kilómetros de su puesto de trabajo lo cual implica moverse más. Todo el mundo necesita moverse más y ahí volvemos al punto de partida: no cabemos en las carreteras.
Lo mismo habéis pensado que soy un “taliban” en contra del transporte público, que soy de esos retrógrados que no dejará de usar el coche ni a la de tres, y en parte es cierto. Siendo realistas, habrá un día en que no quepamos todos cada uno con su coche en el centro de las ciudades.
Habrá un día que por temas de contaminación no se nos permita usar el coche, o diréctamente que por el alto precio de los combustibles no nos lo podamos permitir, pero al menos yo mientras no ocurra ninguno de los acontecimientos seguiré con la consigna del “yo voy en coche hasta para comprar el pan”.
El motivo de ello es porque me parece la opción más cómoda, la que más me compensa y la que más felicidad me va a reportar; y como de momento soy libre para decidir mis actos pues no veo como algo criticable esta postura. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Sois de los que no sueltan la llave del coche o defendéis el transporte público? ¿que peros le encontráis a cada una de las alternativas?
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