El BMW Venture es la obra de un diseñador británico Chris Hammersley, que ha ideado un coche dotado de una pila de combustible de hidrógeno, que tiene la capacidad de modificar su estructura para adaptarse al entorno y las características de circulación de las vías en las que se debe mover.
El Venture puede disponer de una longitud de vías corta, ideal para movernos por entornos urbanos, donde podremos maniobrar con mayor facilidad, además por supuesto, de poder estacionar en espacios reducidos, mientras que pulsando un simple botón, podremos alargar el tren delantero para obtener una mejor dinámica de conducción en autovía.
Se trata de una idea de por donde podrían ir los tiros de la automoción del mañana, donde los vehículos adaptarán de forma física sus condiciones a la vía por la que circulen para de esa manera, optimizar los recursos disponibles, una opción que nos recuerda mucho al proyecto Hiriko, un coche eléctrico diseñado en el País Vasco capaz de alargar o encoger su cuerpo para lograr ocupar el menor espacio posible cuando está estacionado.
Vía | Carscoop
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