Según un informe del Pentágono, el coste de los combustibles que mueven la maquinaria de guerra del ejercito de los Estados Unidos desplegado en Afganistán, supera en cien veces la cantidad que un ciudadano corriente debe pagar en territorio norteamericano, nada menos que 79 euros cada litro.
Según este documento filtrado al The Wall Street Journal, la principal razón para este astronómico coste está provocado por la forma de transporte del propio combustible, que debido a cuestiones de seguridad y las características orográficas, los envíos deben realizarse principalmente por vía aérea, lo que hace que se disparen los gastos de estas operaciones.
Pero a pesar de que esta factura parece insoportable para cualquier presupuesto, este mismo informe indica que la degradación de las condiciones de seguridad hará que cada vez se tenga que recurrir más a menudo al envío de combustibles mediante paracaídas, lo que muy probablemente haga que los coste sigan creciendo.
Por esta razón, el militar es un campo donde las autoridades están buscando desesperadamente mejorar la eficiencia de unos vehículos tradicionalmente derrochadores, y donde las empresas proveedoras llevan años trabajando en vehículos híbridos, helicópteros diésel, y biocombustibles capaces de mover a los vehículos militares, todo ello en la búsqueda de reducir la dependencia energética en un sector especialmente estratégico.
Vía | Autobloggreen
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