Un repaso al coche de Batman: del sedán normalito de Bruce Wayne al muscle car con anabolizantes de 'The Batman'
Batmóvil, Batimovil, Batmobile... al coche de Batman se le conoce por muchos nombres, aunque menos que versiones ha tenido a lo largo de los 80 años de historia del superhéroe. Hacemos un viaje con esta emblemática montura que ha acompañado al justiciero de Gotham en la pequeña y gran pantalla, empezando por sus orígenes, cuando era un mero automóvil sin modificar, hasta culminar en el muscle car que conducirá el héroe en su enésima adaptación: 'The Batman'.
Si hay algo que distingue a Batman de la mayoría de superhéroes, ya sean de Marvel o DC, es que no tiene superpoder alguno: sólo mucho dinero y creatividad para inventar mil y un 'juguetes' para dar caza a los villanos salidos de manicomio de Arkham. Por eso, cobra mucha importancia en su figura la del Batmóvil, casi un compañero de peripecias como lo es Robin.
"Quiero uno como ese", decía el bueno del comisario Jim Gordon cuando vio por primera vez en acción al coche de Batman en 'Batman Begins'. No es para menos: muchos hemos soñado con ponernos a los mandos de cada uno de los automóviles de Batman. Decidirse por uno cuesta...
Del coche de un rico cualquiera a Batmóvil
El primer coche de Batman era un sedán de lujo convencional o, más bien, el coche de Bruce Wayne. De noche se enfundaba en el traje y se parapetaba tras la máscara, pero la montura era la misma que utilizaba el millonario a la luz del día. Así fue en los primeros cómics del justiciero de Gotham desde su debut en el número 27 de Detective Comics, en mayo de 1939, y en la primera adaptación en la gran pantalla a cargo de Columbia Pictures y que data de 1943.
En aquella primera era de Batman, el coche retratado en los comics era una berlina de color rojo que, según fueron pasando los años fue ganando en agresividad gracias, por ejemplo, a un capó más alargado e imponente. Por su parte, en el serial de 15 capítulos 'The Batman', el Batmóvil era un Cadillac Fleetwood 75 de 1939 descapotable que tampoco tenía ninguna simbología del Hombre Murciélago ni gadget alguno.
Comenzada la década de los 50, DC Comics decidió dar un nuevo aire a Batman y el primer paso de este 'restyling' fue crearle una montura ad hoc. En otras palabras: que el Batmóvil dejase de ser el coche de un rico cualquiera para convertirse en un automóvil modificado y que se identificara inmediatamente con el personaje.
De hecho, su concepción se implementó en la propia trama: Batman había tenido un accidente en su anodina y lujosa berlina rompiéndose una pierna. Y mientras estaba postrado en el hospital extremidad en cabestrillo, tuvo la genial idea: necesitaba un coche a la altura de su máscara. Con la ayuda de Robin, su eterno compañero de fatigas, diseñó este nuevo coche. Y así nacía el primer Batmóvil propiamente dicho.
Del sedán de los cómics mantenía un capó infinito y las líneas propias de los automóviles de aquellos años, pero el frontal iba adornado con una gigantesca máscara de Batman, la zaga iba parapetada por unas generosas alas de murciélago y la cabina era una especie de cúpula, que le daba un toque vanguardista. Por supuesto, iba acompañado de armas y gadgets varios que iban cambiando a placer según los peligros a los que se enfrentaba el protector de Gotham.
Salvando al Lincoln Futura del olvido... por un dólar
Aunque no fue el primer Batmóvil, el de la serie 'The Batman' protagonizada por Adam West se mantiene en el inconsciente colectivo como el primer coche del superhéroe en la pantalla además de ser uno de los más icónicos. Nació de la creatividad de George Barris, padre de numerosos automóviles de la pequeña y gran pantalla como KITT, el Coche Fantástico.
Los productores de 20th Century Fox llamaron al bueno de Barris y le encargaron la tarea de concebir el coche de Batman para la serie, que se emitió entre 1966 y 1968: "Tienes 55 días y 55.000 dólares para hacerlo posible".
Barris aceptó el reto y tomó como base el Lincoln Futura: un prototipo diseñado por Bill Schmidt y John Najjar, inspirándose en un tiburón ballena, y fabricado por el carrocero italiano Ghia con aspiraciones a abrir la puerta al futuro del automóvil. Sin embargo el Futura, que se presentó en el Salón de Chicago de 1955 y que lució palmito en otras exhibiciones automovilisticas, no cosechó el éxito esperado.
En este biplaza deportivo, el protagonismo se lo llevaba una cúpula de plástico transparente encargada de cubrir un minúsculo habitáculo y que le daba cierto aspecto de nave espacial. Y, aunque mantenía la línea de los coches de los años 60, hacía gala de excentricidades como unas sobredimensionadas aletas traseras, un capó con exceso de curvas con los faros delanteros ocultos o un volante integrado en el salpicadero.
El Futura no pasó de prototipo y cuatro años después su única unidad fue seleccionada por el propio Barris para convertirse en el coche de la comedia romántica 'Empezó con un beso' (1959) que, por cierto, fue rodada en Madrid. Y de él se acordó el diseñador cuando recibió el encargo del Batmóvil, cerrando el que posiblemente fuera su negocio más redondo en vida: se lo compró a Ford por un mísero dólar (su desarrollo había costado 250.000 dólares de la época).
Barris contaba pues con casi el presupuesto íntegro para hacer su magia. Y así fue. Del Futura mantuvo cerca del 90 % de los componentes originales, aunque, por ejemplo, eliminó la parte central de la cúpula de plástico (añadiendo una sirena de techo) o el volante, y lo vistió en negro brillante con acentos en rojo anaranjado, tanto a nivel de carrocería como de habitáculo.
Además, las aletas laterales traseras se modificaron para imitar las alas de un murciélago, siendo bastante más discretas que las que incorporaba el coche del cómic, y se integró en el centro de la zaga una especie de reactor del que salían llamas, santo y seña de los Batmóvil posteriores.
En esta montura no faltaban tampoco los gadgets como radar, cohetes de propulsión traseros, cámara, control remoto, conexión directa con la radio de la policía de Gotham y con el ordenador central de la 'batcueva', teléfono, protección de fuego, sistema de expulsión de humo, dos paracaídas traseros para realizar giros de 180 grados o inflado automático de neumáticos.
Era Burton: 'Batman' (1989) y 'Batman Vuelve'(1992)
Batman regresó a la gran pantalla a las puertas de la década de los 90 de la mano de Tim Burton ('Eduardo Manostijeras', 'Beetlejuice', 'Big Fish') con 'Batman' (1989) y 'Batman Vuelve' (1992), interpretado por Michael Keaton. En ambos films se utilizó el mismo Batmóvil, cuyo diseño era un cocktail entre los coupés de los años 30, con un gigantesco capó al estilo del Bugatti Type 57, y modelos de competición ochenteros como el Porsche 962.
Concebido sobre el chasis de un Chevrolet Impala, pero alargado al máximo, se trataba de un imponente y gigantesco automóvil de 6,6 metros de largo y en riguroso negro diseñado por el ilustrador Julian Caldow y esculpido por Keith Short, padre, entre otros, del trono del Emperador Palpatine en 'El Retorno del Jedi'. Dos enormes alas de murciélago flanqueban sus trasera siguiendo la estela del automóvil del cómic nacido en los años 50.
El Batmovil de Burton cobraba vida gracias a la turbina de un jet con nada menos que 10.000 CV y 6.894 Nm de par. Esta monstruosa mecánica iba alojada bajo su enorme capó, asomándose en el frontal, y se alimentaba de una mezcla de gasolina de alto octanaje y parafina. Sus prestaciones eran de infarto: alcanzaba una velocidad máxima de 531 km/h y hacía el 0-100 en 3,7 segundos. "Las sensaciones que transmitía eran algo diferentes a las de mi Ford Fiesta", bromea Burton en este documental.
En el menú también encontrábamos un pie central para realizar giros rápidos de 180 grados, metralletas retráctiles, ganchos de agarre o sistema blindado antirrobo. Ademas, tenía la capacidad de estrecharse al extremo a base desprender paneles de su carrocería y de reducir en ancho de sus vías. Una habilidad mostrada en 'Batman Vuelve', cuando el enmascarado se ve obligado a huir de la policía después de que El Pingüino le hackeara el coche sembrando el terror en las calles de Gotham.
Era Joel Schumacher: 'Batman Forever' (1995) y 'Batman y Robin' (1997)
El neoyorquino Joel Schumacher tomó el testigo del californiano, firmando las siguientes secuelas del Hombre Murciélago. Y en su caso, ambas películas estrenaron Batmóviles diferentes caracterizados por una buena sobredosis de gadgets, habilidades de lo más variopintas y una imagen más excesiva.
Empezando por el de 'Batman Forever', la película de Batman con más villanos por metro cuadrado y con Val Kilmer enfundado en el traje, mantenía en esencia el diseño del de Burton (capó alargado, cabina estrecha), pero con una estética bastante más estridente, con iluminación azul bajo el capó y los laterales, que se dejaba ver tras unas gigantescas branquias iluminando las tripas del coche, y coronando su trasera con unas alas totalmente sobredimensionadas que además eran móviles.
También era más largo que el de la era Burton, 7,62 metros, aunque calcaba su anchura: 2,3 metros. El motor que daba vida al primer Batmóvil de Schumacher era un bloque Chevrolet ZZ3 que rendía 350 CV y, aunque era bastante más comedido en entrega que su predecesor, firmaba idéntica velocidad punta: 531 km/h.
Y si la estética era excesiva, lo eran asimismo sus habilidades: era capaz de escalar edificios, gracias a elevarse a propulsión sobre su tren trasero y valerse de un gancho de agarre frontal. Además, sus ruedas podían pivotar hasta 90 grados permitiéndole desplazarse lateralmente para esquivar proyectiles o lo que se preciara.
Por su parte, la montura del justiciero en 'Batman y Robin', esta vez con George Clooney como Batman, se movía igualmente con un propulsor Chevy ZZ3 de 350 CV y seguía la línea estética del de la primera película de Schumacher, en esta ocasión bajo la batuta del diseñador Harald Belker, autor de una lista interminable de vehículos de cine como los de 'Minority Report' o los del remake de 'Desafío Total'.
Concebido igualmente en un chasis tubular, medía 10 metros de longitud, era monoplaza y su capó se alargaba hasta el imposible, escondiendo de igual manera luces de neón (aunque en su caso de varias tonalidades). Siguiendo con las similitudes, las llantas lucían asimismo el símbolo de Batman e iban iluminadas (aunque no eran cegadas), y mantenía las gigantescas alas traseras.
Pero del resto de los Batmóvil se distinguía por equipar seis propulsores, o salidas de escape a llamas, en vez de un único central, por poder hacer giros de 90 grados a 113 km/h y no quedarse clavado en el intento y por equipar neumáticos cuya banda de rodadura llevaba el logo de Batman, dejando una huella inconfundible sobre el asfalto. Su punta era de 350 km/h, que llegaba a los 530 km/h apoyado en un propulsor a chorro.
Además, su cabina era la más avanzada hasta la fecha, conformada por un sinfín de pantallas, desde las que se manejaban sus muchos juguetes: lanzacohetes dobles, ganchos delanteros y traseros, radar, escaner de seguimiento por láser infrarrojo o asiento autopropulsable al estilo del DB5 de James Bond.
El Acróbata de la Era Nolan (2005–2012): "Si lo tiene en negro me lo quedo"
Casi una década después, Batman volvió al cine con la trilogía de Christopher Nolan en una nueva revisión del superhéroe inspirada en el de las novelas gráficas de Frank Miller, con un tono más adulto y mostrando el lado más oscuro y humano del personaje.
Y el Batmóvil de este trío de películas hacía lo propio, estando a su vez basado en el del cómic de Miller 'Batman: The Dark Knight Returns', tomando la apariencia de un tanque y diferenciándose notablemente en diseño de los anteriores, aunque sí que mantuvo el reactor trasero en una única salida central. Además, en estas películas nunca lo denominan Batmóvil, sino el Acróbata (Tumbler).
Según Nathan Crowley, jefe de diseño de producción de los films, esta mole acorazada de aristadas formas y seis ruedas todoterreno, dos delante y cuatro detrás, estaba a medio camino entre un Humvee y un Lamborghini, y buscaba alejarse totalmente de la grandilocuencia de sus predecesores para centrarse en la funcionalidad. Y en ser indestructible.
Respecto a los otros Batmóvil era bastante más corto (4,57 metros de largo), medía casi tres metros de ancho y paraba la báscula en las 2,3 toneladas. Aunque no por ello era menos ágil, gracias a su avanzada suspensión y a su poderosa mecánica: un propulsor de 5.0 litros y 503 CV, firmado por General Motors, que se apoyaba en una turbina trasera de 1.500 CV.
A lo largo de las tres películas de Nolan, al Acróbata lo hemos visto hacer saltos de hasta 15 metros, romper muros, esquivar coches a una velocidad de vértigo, lanzar misiles, convertirse en 'Batmoto' tras sufrir "daños catastróficos" e incluso volar: en 'El Caballero Oscuro: la Leyenda Renace' acabó evolucionando en una aeronave.
Para ello, se construyeron varios ejemplares: algunos eran completamente funcionales y conducibles, otro equipaba un sistema hidráulico para las secuencias de saltos (se elevaba por completo sobre sus ruedas traseras), otro llevaba tanques de propano para hacer estallar en llamas la turbina trasera y otro era un mero habitáculo utilizado en las escenas en las que se veía al justiciero conduciendo, interpretado en este caso por Christian Bale.
Y es que Nolan tenía total obsesión porque los efectos especiales en sus películas fueran a base de artificios reales, limitando al máximo las recreaciones digitales: el trailer articulado que hace la 'voltereta' en la persecución del 'El Caballero Oscuro' firmó semejante acrobacia mediante un propulsor a chorro ubicado en sus bajos.
Otra curiosidad: el hospital que explota en esta segunda entrega lo hizo realmente, escogieron un edificio que iban a derruir e hicieron magia a base de explosivos.
'Batman v Superman: El amanecer de la justicia' (2016) y 'La Liga de la Justicia' (2017)
El héroe de Gotham se unió al de Metrópolis en ambos crossover de la franquicia DC con Ben Affleck en sus zapatos y no podía faltar su montura, aunque tiene menos protagonismo que en los títulos anteriores. En esta nueva entrega, el Batmóvil es un cruce entre El Acróbata, con ese aspecto de acorazado indestructible, y el de Tim Burton, con una cabina de corte vintage y de nuevo alargando su frontal.
Diseñado por Patrick Tatopoulos y asimismo concebido en un chasis tubular, sus ruedas eran también todoterreno y todas gozaban de suspensión independiente. Su corazón, en disposición trasera longitudinal, rendía 550 CV y equipaba la transmisión de un monster truck.
Tampoco faltaba el habitual propulsor trasero escupiendo fuego e iba aderezado con una ametralladora pivotante que quedaba a la vista en el frontal. Como El Acróbata, era capaz de atravesar muros y dar saltos espectaculares.
Por su parte, en 'La Liga de la Justicia', Batman conduce además el Knightcrawler, diseñado por su padre Thomas Wayne para combatir en la Segunda Guerra Mundial y equipado con cuatro brazos con orugas haciendo las veces de ruedas. Más similar a un Transformer que a un coche, no puede considerarse un Batmóvil, aunque merece mención por su espectacular impronta.
'The Batman' (2021): el último Batmóvil es un muscle car
Terminamos este periplo por los Batmóvil de la pequeña y gran pantalla con el que acompaña a Robert Pattinson, el nuevo Bruce Wayne, y por tanto Hombre Murciélago, en 'The Batman', entrega en la que volverá a enfrentarse a Enigma y El Pingüino.
Y en esta última entrega el coche de Batman apunta a ser más automóvil que nunca, dejando de lado tanto la pomposidad de las cuatro primeras películas como el aspecto de tanque que ha acompañado al justiciero según Nolan y al de la nueva saga de leyendas de DC.
El nuevo Batmóvil es una especie de muscle car blindando, que parece un cruce entre los Ford Mustang y Dodge Charger clásicos, aderezado con el Interceptor de 'Mad Max'. Aunque recuerda que es la montura de Batman gracias a vestir en negro mate, a las discretas alas de murciélago que se alargan desde el lateral a la zaga y por el sempiterno reactor trasero.
Más allá de las imágenes que ya hemos visto, queda por conocer las habilidades de este nuevo bat-coche, así como sus especificaciones: teniendo en cuenta que se estrena en junio de 2021, iremos conociendo más pronto que tarde sus ingredientes donde seguro no faltan los gadgets para atar en corto a los más indeseables de Gotham.
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