Se acerca la fecha de la subasta de RM Sotheby´s en París este próximo 8 de febrero, y no queríamos que llegase el día sin presentaros uno de los coches más especiales de cuantos saldrán a subasta. Se trata de un Chevrolet Corvette del año 1955 y tiene matrícula española.
Esta unidad es una de las más raras y exóticas del superdeportivo americano, un coche que tiene una historia detrás que hace, junto con su perfecto estado de conservación, que su precio en la subasta se estime entre los 80.000 y los 100.000 euros.
Muchos consideran el año 1955 como el año clave para la vida del Corvette. Fue ese año cuando decidieron sustituír el motor de seis cilindros en línea por un V8 más alegre y potente, y según los historiadores del modelo, ese fue el punto de inflexión que permitió que el Corvette se convirtiese en todo un éxito y con el paso de los años haya crecido hasta convertirse en el superdeportivo americano por excelencia.
Esta unidad es precisamente del año 1955, y lo más curioso que tiene es que salió de fábrica con el color que luce ahora mismo, un extraño naranja llamado Corvette Copper que poco tenía que ver con el color blanco e interior rojo con el que solían salir los Corvette de aquella época.
Una restauración meticulosa y documentada
Se estima que sólo 15 Corvette salieron de fábrica con este color, y este es uno de los cuatro que está documentados que existen hoy en día. Su propietario actual es español, y ha sometido al coche a un meticuloso proceso de restauración en el que lo han mantenido fiel al original.
Tanto es así, que cuando salga a subasta el próximo miércoles en París, se entregará con un libro en el que se detalla todo el proceso de restauración al que ha sido sometida esta unidad, la número 22 de los 700 que se fabricaron ese año. Sin duda el estado de este Chevrolet Corvette y el hecho de que sea una unidad tan exclusiva, harán que bata todos los récords de precio.
Imágenes | Tim Scott ©2016 Courtesy of RM Sotheby's En Motorpasión | Este Renault 5 Turbo 2 de 1983 costará entre 75.000 y 95.000 euros en subasta. ¿Por qué es tan caro?
