El próximo mes de agosto, la variante de producción del Audi e-tron llegará al mercado, convirtiéndose en el primer modelo de serie completamente electrificado de la marca de los cuatro aros. De este SUV de cero emisiones ya tenemos varios datos, siendo el último en llegar su coeficiente de resistencia aerodinámica, que se fija en un impresionante 0,28.
Esta cifra de 0,28 convierte al Audi e-tron en el SUV más aerodinámico de la categoría todocamino premium, que será decisiva para cumplir la autonomía prometida de más 400 km entre carga y carga, según el ciclo de homologación WLTP.
La baja resistencia aerodinámica se plantea clave sobre todo para cubrir largas distancias cuando estamos hablando de un coche eléctrico, ya que la autonomía será vital en un momento en que la infraestructura se antoja aún insuficiente a pesar de los planes de Audi para este 2018 de incluir una red de 200 supercargadores en las principales carreteras europeas.
¿Cómo ha conseguido el Audi e-tron ese coeficiente aerodinámico?
El Audi e-tron ha sido sometido a más de 1.000 horas de ensayos en el Centro del Túnel de Viento que la marca tiene en su sede de Ingolstadt. En él, los ingenieros de Audi han optimizado la resistencia aerodinámica del SUV eléctrico, sometiéndolo a condiciones extremas, como vientos de hasta 300 km/h gracias a un ventilador de 2,6 megavatios de potencia.
Para alcanzar esa cifra de 0,28, el fabricante germano ha desarrollado una completa gama de medidas a fin de mejorar el flujo de aire en toda la carrocería. Gracias a estas aportaciones, el Audi e-tron reduce el valor en casi un 0,07 respecto a un vehículo similar equipado con una mecánica de propulsión convencional. De esta manera, Audi asegura aumentar la autonomía del SUV de cero emisiones en 35 km por cada carga de batería en ciclo WLTP.
Entre las soluciones aportadas por los ingenieros en el Audi e-tron, se destaca la sustitución de los retrovisores exteriores por unos virtuales, así como la inclusión de cavidades en los bajos, de una suspensión ajustable inteligente o de la avanzada parrilla Singleframe controlada electrónicamente.
Tecnología futurista para superar los 400 km de autonomía
Los retrovisores virtuales que equipará el Audi e-tron son mucho más estrechos que los convencionales, lo que permite reducir la anchura total de vehículo en 15 cm. Su aporte no sólo contribuye a reducir la resistencia del viento, sino también el ruido. Conformados por soportes planos, cada uno integra una pequeña cámara y puede adaptarse a diferentes situaciones al volante ofreciendo tres vistas: conducción en carretera, giros y estacionamiento.
De igual manera, el Audi e-tron incluirá de serie una suspensión neumática adaptativa ajustable. Ésta permitirá acercar la carrocería hasta el suelo hasta en 2,6 cm a velocidades superiores a 120 km/h, ayudando, de igual manera, a reducir la resistencia aerodinámica. Además, el carenado que cubre el inferior del todocamino eléctrico y que protege la batería cuenta con una serie de cavidades similares a una pelota de golf, que mejorar el flujo del aire en esta superficie plana.
Por último, la parrilla Singleframe equipada en el Audi e-tron dispone de unas lamas controladas eléctricamente que también ayudan a mejorar la aerodinámica: cuando están cerradas el aire fluye sin formar apenas turbulencias, para abrirse de forma asimétrica cuando el motor y los frenos delanteros demandan mayor refrigeración. A este dispositivo se unen cuatro conductos de ventilación en las entradas de aire laterales, que dirigen de forma óptima el flujo de aire en los pasos de rueda. Las llantas de 19 pulgadas también han sido optimizadas para reducir la resistencia aerodinámica.
De esta manera, el Audi e-tron se erigirá como en el SUV de lujo más aerodinámico hasta la fecha. Para ver el resto de sus bondades sólo resta esperar unos meses, aunque seguramente la marca no deje de adelantar aperitivos como este.
