A Miguel Sebastián no le salieron las cuentas bien. De todas las matriculaciones del mes pasado, que fueron menos de 60.000, sólo 18 coches recibieron la ayuda de este plan. La intención es buena: sustituir del parque móvil vehículos viejos, contaminantes e inseguros por otros más racionales, pero si lo financias.
Estamos en crisis, y obtener financiación ya no es tan fácil, como cuando el precio del dinero (interés) era bajo y algunos hasta se compraron un Cayenne así. Sí, los mismos que los están vendiendo por que no los pueden mantener… pero volvamos al tema que nos ocupa. Si se quiere ayudar a la industria y a los compradores, se trata de estimularles, no de marginarles.
El Plan VIVE ayuda en la compra de un coche de menos de 20.000 euros, cuyas emisiones no superen los 140 gramos/Km de CO2 (*), de primera mano financiado… y si achatarras un vehículo con más de 15 años. A cualquiera le parecen unas condiciones muy restrictivas. Si eliminamos el requisito de la financiación o que se achatarre un vehículo con 10 años, ya la cosa cambiaría.
El Ministro pide paciencia, y que esperemos 100 días para ver si el plan da resultado. En dos años, esperan que 250.000 beneficiarios… pues con un arranque tan espléndido, parece un poco difícil. Si en 100 días no hay resultados, entonces Sebastián dice que flexibilizará las condiciones.
Como diría Chiquito de la Calzada “la cosa está muy mala”, Ford, Opel, SEAT… han tenido que reajustar sus líneas de producción en las fábricas españolas por la caída de la demanda, y no tiene pinta de mejorar la cosa.
En un país como el nuestro, el sector automovilístico es lo suficientemente importante como para pensar en echarle un cable, tal y como están las cosas. Un Plan VIVE más abierto sería una gran ayuda, especialmente ahora que toca apretarse el cinturón.
(*): Si no dispone de ESP y avisador de cinturones delanteros, el límite es 120 gramos/Km.
Vía | El Mundo
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