Michelin nos ha presentado la cuarta generación de su gama Energy, que lleva dieciséis años en el mercado y que está orientada a reducir el consumo de combustible.
El Michelin Energy Saver está disponible desde principios de este año en medidas de 14, 15 y 16 pulgadas, para la gran mayoría de utilitarios, turismos, berlinas y monovolúmenes pequeños.
Frente a sus gamas Pilot y Primacy, el Energy Saver está diseñado para reducir el consumo (y por tanto las emisiones). Según Michelin, comparado con otros neumáticos el consumo del vehículo puede reducirse en casi 0,2 litros a los 100 km.
Con una duración de 45.000 km y el precio del gasoil a 1,2 € (iba a comprobar si había subido más, pero casi me ahorro el disgusto), supone un ahorro a lo largo de la vida útil del neumático de 108 €, el equivalente al precio de un neumático.
Actualmente hay tres factores que hacen la reducción del consumo: el precio del combustible (esto no es nuevo, pero cada vez es más caro), la conciencia ecológica por el CO2 y el ahorro que puede suponer estar en un tramo inferior del impuesto de matriculación.
Los fabricantes europeos han llegado a un acuerdo por el que intentan calificar los neumáticos en función de su eficiencia energética, en una escala de la A a la E igual a la de los electrodomésticos (que también utilizan los coches, aunque no es muy habitual verla). Michelin ya señala con una marca Green X sus neumáticos que entran en el grupo A o B.
En términos medioambientales, el ahorro medio declarado por Michelin es de 4 gramos de CO2 por cada km, lo que supone una ayuda a los fabricantes en los 30 gramos de reducción media de su flota que la Unión Europea les ha exigido entre 2006 y 2012.
¿Cómo se reducen las emisiones con un neumático?
Todas estas ideas son muy bonitas, ¿pero cómo unos neumáticos pueden suponer un ahorro de combustible? En la presentación del Michelin Energy Saver nos explicaron los puntos clave.
El transporte por carretera representa el 18% de las emisiones mundiales de CO2 producidas por el hombre. Aproximadamente el 20% de un depósito de combustible se lo beben los neumáticos, (el 4,3% de las emisiones globales de CO2 son debidas a ellos). Los neumáticos pieden esta energía disipando calor (si los tocamos después de un viaje estarán calientes, y eso que el aire los va enfriando).
Para reducir el consumo de un vehículo podemos atacar los siguientes parámetros:
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Motor
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Aerodinámica
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Carburantes
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Neumáticos
Dentro de los neumáticos podemos hacer tres cosas: mantener una presión correcta, reducir el peso y reducir la resistencia a la rodadura. Con esto se consigue además aumentar la su vida útil.
Por otra parte, para que unos neumáticos sean adherentes deben estar calientes. Según esto, el agarre y la baja resistencia a la rodadura estarían contrapuestos. El punto que se busca es conseguir que el calor de la superficie de rodadura no pase a la estructura del neumático. Esto reduce la deformación del neumático (y por tanto el calor disipado) y mantiene el calor necesario para que se agarren bien a la carretera.
Este aspecto es el que Michelin asegura haber mejorado con su Energy Saver: reduciendo el peso, utilizando sílice y otros componentes que se calientan menos y mejorando los procesos de fabricación.
¿Tiene un neumático de baja resistencia un buen agarre?
A pesar de la teoría, queríamos comprobarlo por nosotros mismos. De entre un montón de coches que tuvimos disponibles en la presentación, elegimos un Audi A3 TDIe (denominacion similar a Bluemotion de Volkswagen o Ecomotive de Seat, es decir, de bajo consumo) con unos Michelin Energy Saver 205/55 R16.
Durante una prueba de 130 km por carreteras de montaña y autopista, el consumo medio fue de 5,6 litros a los 100 km, sorprendente para el tipo de carreteras y conducción. Claro que el mérito no se lo podemos dar a los neumáticos, tendríamos que haber hecho la prueba con otros para poder comparar.
Pero el objetivo de la prueba era comprobar el agarre de los Michelin Energy Saver, algo que sí pudimos hacer. Aunque es un factor que también depende del coche, lo que podemos afirmar es que no se nota que sean unos neumáticos de baja resistencia a la rodadura. Obviamente su comportamiento no será igual que los de unos neumáticos deportivos, pero están destinados a coches como el A3, no al S3.
Un aspecto que sí comprobamos es el ruido de rodadura, a 120 km/h por autopista es lo que más se escuchaba, ya que el motor es muy silencioso. Al igual que el consumo, es un parámetro que no depende únicamente de los neumáticos y por tanto no podemos sentenciar sobre ellos en este aspecto.
En Circula Seguro | Neumáticos de baja resistencia a la rodadura o “ecológicos”: ¿estafa o realidad? (Javier Costas nos lo cuenta en Circula Seguro)