Hakan Samuelsson, CEO de Volvo, considera que Volvo será dentro de 10 años una marca exclusivamente de coches eléctricos. "Me sorprendería que no entregáramos únicamente coches eléctricos a partir de 2030", dijo Samuelsson al Financial Times Future of the Car Summit.
Volvo ya había comunicado con anterioridad que se había marcado como objetivo que para 2025 la mitad de sus ventas a nivel mundial se harían con coches eléctricos. Sin embargo, hasta ahora nunca había puesto fecha de caducidad al motor de combustión interna en su gama.
Es verdad, que Samuelsson no ha sido categórico y que deja la puerta abierta tanto al motor de combustión interna como a los híbridos enchufables. Aun así, a priori es una declaración arriesgada, especialmente cuando Volvo todavía está completando el lanzamiento de su primer coche eléctrico, el Volvo XC40 Recharge P8. Si bien es cierto que el éxito a corto plazo del modelo parece asegurado.
En 2019, Volvo vendió 705.442 coches en todo el mundo. Fue para la marca sueca un año de récord. Todavía no tenía coches eléctricos en su gama, pero sí híbridos enchufables. Y vendió 45.933 unidades de híbridos enchufables, es decir, menos del 7 % de sus ventas. No se puede negar el crecimiento, año tras año de las ventas de este tipo de coches, pero viendo esas cifras a día de hoy, pensar en vender solo eléctricos en 2030 parece una posición muy optimista.
A favor de la prohibición de los motores de combustión interna para lograr su objetivo
Obviamente, en Volvo piensan en China (primer mercado mundial de eléctricos), para alcanzar esa cifra, pero quizá no sea suficiente. China es el segundo mercado de la marca (154.961 unidades en 2019), detrás de Europa y sus 340.605 unidades en 2019. Una completa gama de coches eléctricos ayudaría a aumentar su cuota de mercado en China, pero el peso de Europa seguiría siendo importante en la balanza. Y aquí, Volvo sigue vendiendo muchos coches diésel, especialmente en los SUV XC60 y XC90, que son sus segundo y tercer modelo más vendido, respectivamente.
Y para ello cuenta con el endurecimiento de las normas sobre emisiones de la Unión Europea, que harían obsoletos de facto los coches gasolina y diésel, así como la prohibición de la venta de estos coches en Reino Unido.
Samuelsson abogó en la cumbre por unos plazos en firme para el fin de las ventas de motores de combustión. Considera que serían más efectivos para provocar el cambio hacia el coche eléctrico que los incentivos a la compra.
"El camino a seguir sería tener reglas claras sobre cuándo debemos salir del motor de combustión. Una vez que uno se ha dado cuenta de que los motores de gasolina y diésel no son realmente parte del futuro, es bastante fácil ver que tiene que moverse rápidamente hacia el nuevo mundo", explicó Samuelsson. Y Volvo ya se está moviendo muy rápido en ese sentido, ha asegurado.
Evidentemente, si prohiben la venta de motores de combustión interna, será mucho más fácil para Volvo lograr que solo venda coches eléctricos.
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