James Liang pasará a la Historia del Dieselgate de Volkswagen como el primer individuo en enfrentarse a un proceso penal. Se trata de un ingeniero veterano de Volkswagen que se ha comprometido a colaborar en la investigación de la que va a ser objeto en los próximos meses. A sus 62 años, la condena podría suponerle una multa de 250.000 dólares y pasar hasta un lustro en prisión. Teóricamente.
Liang fue uno de los ingenieros de Wolfsburg que desarrollaron, en Alemania, un dispositivo encaminado a eludir los controles medioambientales de Estados Unidos. El ingeniero se trasladó a América en 2008, y allí llevó a cabo pruebas encaminadas a ocultar el impacto de los dispositivos de desactivación ante las autoridades de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA).
Se declara culpable de conspiración y fraude
Según una información que se hizo pública ayer, los ingenieros de Volkswagen instalaron el dispositivo en unos 500.000 vehículos entre los años 2009 y 2015, sólo en Estados Unidos, con el ánimo de pasar los tests de emisiones del país americano. El proyecto nació en Wolfsburg en 2006, y llevaba por nombre "US '07". Al parecer, lo tenían todo calculado.
En este contexto, Liang se ha declarado culpable de los cargos de conspiración para defraudar al Gobierno de los Estados Unidos, para cometer fraude electrónico y para violar la Clean Air Act, la ley medioambiental estadounidense en la que se basan los controles de la EPA.
Buscando creatividad desesperadamente
2014, año en que Martin Winterkorn fue oficialmente informado —es un decir— de lo que estaba sucediendo en su casa, y 2015, cuando se descubrió el pastel, debieron de ser años complicados en los servidores de correo de Volkswagen.
Ahora ha trascendido que entre 2014 y 2015 hubo cruces de correos entre James Liang y otros trabajadores de Volkswagen acerca de cómo responder a los reguladores de California ante las diferencias de emisiones que se estaban encontrado entre lo declarado y lo comprobado en laboratorio.
En concreto, un trabajador del que no ha trascendido la identidad explica que envió un correo a Liang y otros pidiéndoles sugerencias con una frase tan rotunda como evidente de lo que estaba sucediendo ahí dentro:
"La palabra 'creatividad' sería de mucha ayuda aquí."
La de James Liang es la primera acusación penal que se produce a raíz del escándalo protagonizado por el fabricante alemán, y podría ser el origen de más cargos contra trabajadores de Volkswagen. Sin embargo, y a pesar de lo relevante de que Liang haya asumido su responsabilidad, cabe preguntarse quién va a seguir su camino, sobre todo en Wolfsburg. ¿Algún ex-CEO, hoy ya retirado? Quizá a fin de cuentas James Liang sea poco más que una cabeza de turco. La primera de unas cuantas que seguramente habrá, pero no esperemos mucho más que eso.
Vía | Bloomberg | The Detroit News
En Motorpasión | Dieselgate Volkswagen