Para todo lo demás, un buen capazo de suerte, por lo que pueda pasar. Esta que vamos a ver es toda una gamberrada de esas de humor blanco, pero que tiene su punto crítico barra ácido barra mordaz. Es decir, que mola. Todos sabemos que las carreras de coches en plena calle son ilegales, pero... ¿son igual de ilegales las supuestas carreras de coches celebradas en plena calle?
Obviamente no. Ah, pero ahí está la gracia del asunto. ¿Qué se le responde a un agente de policía que te para por creer que estás corriendo en una carrera ilegal, con grandes aceleraciones y todo lo demás... cuando lo único que haces es tomarle el pelo incluso con el Harpo Marx de los deportivos y un playback bastante conseguido? Pues esto que vemos a continuación:
Eh, que para lo que podíamos esperar, todavía salen bien parados Roman Atwood y sus colegas. No todo el mundo acepta de tan buen grado que les hagan sentir tan estúpidos como para reaccionar por algo como el sonido de unos altavoces. Claro, que no todo el mundo es un actor disfrazado de policía. ¿O son de verdad? ¿Derrapes, carreras, humo? ¿Dónde, agente? Dos puntos, guión, D mayúscula.
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