En la actualidad no son pocos los superdeportivos que equipan elementos de aerodinámica activa, ya sean gigantescos alerones, como el del Zenvo TSR-S, aletas o prominentes labios frontales. Esta tecnología les permite volar en pista ofreciendo la carga aerodinámica suficiente como para agarrarse en las zonas más reviradas o frenar al final de las rectas.
En este vídeo podemos ver cómo actúa el avanzado alerón trasero del Zenvo TSR-S, la variante homologada para carretera del Zenvo TSR que se presentaba este año en el Salón de Ginebra, y es, cuanto menos, impresionante.
Con 1.194 CV y una dieta en fibra de carbono, una de las tecnologías más interesantes que destacaba el Zenvo TSR-S en su llegada era la Centripetal Wing. Este sobredimensionado alerón que corona la zaga cuenta con dos ejes de rotación que le permiten operar tanto como estabilizador en las curvas, gracias a su rotación longitudinal, como de "freno de aire" al acometer el final de la recta en un circuito.
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Pese a que los trazados no son en teoría su hábitat natural, eso es patrimonio de su hermano de competición, para el fabricante danés la carga aerodinámica ha sido uno de los puntos fuertes para el desarrollo del Zenvo TSR-S.
Así lo confirman las palabras de Kasper Damkjær, uno de los responsables del desarrollo de la aerodinámica del Zenvo TSR-S, según publica Motor 1: "El objetivo del alerón el TSR-S es ser capaz de mantener la carga aerodinámica según lo exija el momento. Cuando el ala está inclinada, la carga aerodinámica sólo disminuye un 3%, mientras que se genera una fuerza dirigida hacia adentro de un 30% de la fuerza aerodinámica del ala".
Es así como ata en corto el Zenvo TSR-S su estratosférico potencial deudor de su V8 biturbo de 5.8 litros y 1.194 CV de entrega, que transmite toda su fuerza a las ruedas traseras y que se gestiona con un cambio secuencial de siete velocidades heredado de la competición. Las prestaciones del Zenvo TSR-S son de infarto: acelera desde parado hasta los 100 km/h en 2,8 segundos y sólo necesita 6,8 segundos para llegar a los 200 km/h. Su Centripetal Wing se hace más que necesaria con estas cifras, tanto en circuito como fuera de él, y lo cierto es que es impresionante verla bailar al son de su mecánica.