Deja a su SUV eléctrico 'inteligente' aparcando solo. El coche maniobra, decide que no cabe y se marcha sin su dueño

Deja a su SUV eléctrico 'inteligente' aparcando solo. El coche maniobra, decide que no cabe y se marcha sin su dueño
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Una reciente publicación en la red social X (antes twitter) muestra cómo en una calle de China un SUV híbrido Li L9 intenta estacionar de manera autónoma, pero al no conseguirlo ‘decide’ marcharse sin su conductor y lanzarse a la carretera, parando el tráfico. 

Este curioso suceso no es el primero relacionado con fallos en los sistemas de aparcamiento autónomo de Li Auto. De hecho, el pasado mes de junio otro propietario ya había reportado problemas similares con su L9, con un punto ciego del tamaño de una valla publicitaria.

A vueltas con la tecnología de conducción autónoma y la seguridad

En el vídeo de la cámara de seguridad que captó “el aparcamiento frustrado” del Li L9, se ve cómo el conductor del SUV híbrido de lujo da la orden de aparcar automáticamente al coche y empieza a monitorear la maniobra con su móvil. Hasta aquí todo bien: parece haber sitio suficiente como para que el coche aparque sin problema y este empieza a maniobrar despacio, avanzando y retrocediendo varias veces. 

Pero finalmente el coche no logra cómo encajar en el hueco. En lugar de continuar intentando cumplir con su misión, de repente el SUV “toma la decisión” de abortar la maniobra y lanzarse de nuevo a la carretera parando el tráfico. Quién sabe si para buscar un nuevo espacio de aparcamiento. 

El atónito propietario tuvo que correr detrás del coche para retomar su control manual, evitando un posible accidente. Y es que, a pesar de que esta acción parecería humanamente comprensible para un conductor “frustrado al no poder aparcar”, por el motivo que sea, el Li L9 se dirige de manera imprudente al tráfico, aparentemente sin verificar si había otros vehículos en la vía. 

Este suceso es parecido a otro reportado a principios de 2023 por otro propietario de un Li L9 que experimentó un fallo en el sistema de asistencia de conducción que resultó en un accidente. Afortunadamente en esta ocasión no hubo daños ni víctimas que lamentar.

El SUV chino Li L9, equipado con un sistema de conducción autónoma basado en dos chips Nvidia Orin-X y una impresionante gama de sensores, incluyendo varios LiDAR y cámaras de alta definición, se promociona en su país natal -único mercado donde está disponible- como “un SUV inteligente”.

Sin embargo, su historial con el aparcamiento autónomo deja mucho que desear. En este caso, su incapacidad para completar una tarea tan básica como aparcar en un espacio disponible ha vuelto a poner en duda la fiabilidad de este tipo de tecnologías. Pero este tipo de fallos no son exclusivos de los coches de la marca china.

Li9 Bis

Otros fabricantes como Tesla, también han tenido problemas con sus sistemas de aparcamiento autónomo, que forma parte del paquete del Autopilot FSD. Tecnología, por cierto, que vuelve a estar investigada en EEUU y sigue sin recibir su aprobación en China.

En el mercado ya hay varios modelos que incluyen funciones de aparcamiento autónomo más o menos evolucionados. El Autopilot FSD con todas sus funciones está disponible en EEUU, pero no en Europa (al menos de momento, ya que Tesla ha anunciado que lo acabará haciendo).

Otros fabricantes como BMW y Mercedes-Benz también cuentan con sistemas avanzados, como el BMW Parking Assistant Plus o el Mercedes-Benz Parking Pilot, que ayudan a los conductores a estacionar sin esfuerzo y que sí pueden usarse aquí. Incluso marcas japonesas como Toyota han implementado estas funciones. De hecho, el Prius de segunda generación, fue uno de los pioneros en ofrecer sistemas de aparcamiento parecidos.

Li9

Este último incidente en China, aunque anecdótico y sin consecuencias graves, subraya una realidad preocupante sobre el estado actual de la conducción autónoma. Si bien la tecnología ha avanzado significativamente en los últimos años, todavía tiene un largo camino por recorrer.

Afortunadamente, en este caso no hubo heridos ni daños que lamentar, pero este tipo de situaciones podrían ser potencialmente peligrosas en otros escenarios más complicados. Por ahora, aunque la conducción autónoma promete transformar la forma en que nos movemos, está claro que todavía necesita mejorar para evitar este tipo de “rebeldías” tecnológicas.

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