¿Estás harto de que te corten el paso cuando vas al trabajo? Inkas podría tener la solución a estos problemas, el Inkas Sentry Civilian. El carrocero canadiense, que lo mismo te fabrica un coche para antidisturbios que una limusina blindada sobre la base de un Mercedes-AMG G 63 por un millón de euros, acaba de presentar la versión civil y por tanto utilizable todos los días del Sentry.
El Sentry es un todoterreno blindado basado en un Ford F-550 habitualmente reservados para los equipos tácticos de intervención rápida, tipo GEO, SWAT o RAID. La versión civil del Sentry equipa también capas y capas de blindaje. Y por ello han adaptado al importante suplemento de peso las suspensiones, los frenos y otros componentes.
Y como es la versión civil, Inkas no ha dudado en añadir al diseño exterior “spoilers delanteros y traseros, un parachoques trasero modificado y escalones iluminados que añaden un toque deportivo a un vehículo ya de por si exclusivo”, según explican en la compañía. Les ha faltado poco para decir que es la versión “sport” del Sentry...
Resistente a rifles de asalto y hasta a dos granadas de mano
La seguridad de quien viaja a bordo del Inkas Sentry, hay sitio para seis personas, es su principal razón de ser, obviamente. Y es donde el blindaje y otros sistemas de seguridad cobran importancia. Los paneles de carrocería cumplen con el estándar CEN 1062 BR6, según la compañía. En lenguaje llano, aparentemente, significa que son resistentes a balas de 7,62 mm de un rifle de asalto y al impacto de dos granadas de mano DM51.
En caso de caer en una emboscada de camino al trabajo, el equipamiento de serie incluye una protección separada para la batería del vehículo y otra para la centralita que controla todos los sistemas del coche. Por supuesto cuenta con neumáticos run-flat resistentes a balas y que incluso son aire servirían en un uso off-road para escapar.
El Inkas Sentry en su versión civil es un vehículo un tanto imponente, ya no por su aspecto intimidatorio, sino porque sencillamente mide 5,9 metros de largo por 2,5 metros de ancho y 2,49 de alto.
Bajo el capó nos encontramos con un V8 turbodiésel de 6.7 litros que desarrolla 330 CV a 2.600 rpm y la friolera de 1.017 Nm de par motor. Va asociado a un cambio automático de 10 relaciones y a una tracción integral. Cuenta con un depósito de 151 litros de combustible.
El equipamiento opcional incluye sistemas de entretenimiento de alta gama, cámaras de visión de 360 grados y un purificador de aire de estándar militar (ya sabes, en caso de que tus enemigos tengan armas químicas o para evitar el molesto humo de las barricadas). Otra curiosidad, los asientos de cuero cuentan con una función de masaje.
"En Inkas, nos encanta innovar, nos encanta crear algo que llene un nicho de mercado, que satisfaga una necesidad, ya sea un vehículo civil o un vehículo blindado a gran escala", dijo el CEO de Inkas, David Khazanski, en un comunicado. "Confiamos en que el diseño actualizado y las nuevas características interiores no decepcionarán al mercado civil".
¿El precio? No dejemos que algo tan vulgar nos distraiga. Pero ya que preguntas, hablamos de un precio base de 350.000 dólares. Es el precio a pagar por la tranquilidad en un mundo peligroso.
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