"Todos los gastos que salgan de nuestra cuenta bancaria serán revisados de ahora en adelante". Esto es lo que el presidente de Tesla, Elon Musk, ha expresado a sus trabajadores en un email consultado por Reuters. Se trata de la última iniciativa del fabricante de coches eléctricos para reducir gastos tras un balance negativo en el último trimestre.
En el correo electrónico, Musk argumentó que es "extremadamente importante" "examinar cada gasto en Tesla, sin importar cuán pequeño sea", pues de lo contrario la compañía se quedará sin efectivo en 10 meses.
Musk, en primera línea de la batalla
La compañía californiana anunció recientemente pérdidas de más de 700 millones de dólares en el primer trimestre de 2019, y a pesar de contar con un capital de 2.200 millones de dólares tras saldar una emisión de bonos convertibles que vencía en marzo, Musk cree que no será suficiente para asumir los objetivos de producción.
El correo que han recibido los empleados -cerca de 43.000- explica que estas ganancias solo darán a Tesla 10 meses para lograr el equilibrio dado el ritmo al que han estado 'quemando' efectivo durante los tres primeros meses del año.
Así, este escrutinio a cada partida de gastos de los empleados lo llevará a cabo el propio Musk junto al director financiero, Zach Kirkhorn, incluyendo salarios, dietas o alquileres. Es, según Musk, "la única manera de que Tesla puede ser financieramente sostenible y tener éxito en nuestro objetivo de ayudar a hacer que el mundo sea sostenible".
No es la primera vez que Tesla pone el foco en los gastos del personal para conseguir reducir costos; hace poco más de un año Musk envió un correo a sus empleados anunciando una reestructuración de la empresa tras declarar pérdidas de 784 millones de dólares, aunque terminó el primer trimestre de 2018 con un saldo en efectivo de 2.735 millones y un nuevo récord de entregas.
Por entonces, en pleno 'infierno de producción' con el Model 3, Musk ya presionaba a los empleados asegurando que aquellos que no fueran productivos deberían dar una buena razón del porqué. En enero de 2019 la compañía anunciaba el despido del 7 % de la plantilla -más de 3.000 empleados- con el objetivo de fabricar productos asequibles a gran escala.
En febrero se anunció el cierre de la mayoría de sus tiendas y después subieron un 3 % el precio de todos sus modelos, a excepción del Model 3 Standar Range.
De momento se ha confirmado el retraso de la producción del esperado camión de la compañía californiana, el Tesla Semi: no comenzará hasta 2020.