Algunos coches tienen más probabilidades de ser robados que otros. Por ejemplo, en España los más robados suelen ser los Seat Ibiza y León, además del Volkswagen Golf. En Estados Unidos, los Dodge Challenger, los Hyundai y Kia en general están entre los más robados en los dos últimos años.
En cambio, hay coches que no parecen interesar a los ladrones, como los Tesla Model 3 y Model Y. A pesar de ser considerados los iPhone del automóvil, los dos superventas de Tesla son los modelos menos robados en Estados Unidos, según el Highway Loss Data Institute (HLDI).
¿Por qué los Tesla Model 3 y Model Y no están entre los más robados si son los eléctricos más deseados del momento, como atestiguan sus ventas? Las razones que lo explican son varias.
La razón más evidente es que no son fáciles de robar en el caso de un robo oportunista. Por ejemplo, si en Estados Unidos coches del grupo Hyundai, como el Kia Sportage, están entre los más robados es por la sencilla razón de que son fáciles de robar.
Los vídeos virales de los “Kia Boys” en los que enseñaban con qué facilidad se podían robar esos coches con una llave USB han hecho que los robos de oportunidad, como robar un coche para cometer otros delitos o simplemente para irse de marcha, se hayan multiplicado.
Modo centinela y baja demanda hacen que los Tesla no se roben tanto
En el caso de los Tesla Model 3 y Model Y, ese factor de oportunidad no se da. Las funciones de seguridad y la tecnología que Tesla incorpora a sus vehículos hacen que no sean coches tan fáciles de robar.
Los coches de Tesla están equipados con numerosas cámaras y funciones conectadas que permiten controlarlos a distancia, pero lo que realmente los distingue es el sistema de vigilancia llamado Sentry Mode, o modo Centinela.
El Sentry Mode activa las cámaras del coche cuando detecta que alguien se acerca al coche, incluso y sobre todo cuando el coche está apagado y aparcado. Las cámaras del sistema graban así todo lo que ocurre alrededor del coche incluyendo los posibles delincuentes en acción. No solamente el Sentry Mode vigila el propio Tesla sino que también vigila los coches que estén aparcados al lado.
Estas grabaciones son accesibles a través de la aplicación de Tesla, lo que permite a las víctimas compartirlas con las fuerzas de seguridad. Y por supuesto, también cuentan con una alarma. Ésta activa la bocina y toca 'Tocata y fuga' de Bach, primero en versión clásica y luego en versión heavy metal, si el ladrón insiste en querer entrar en el coche.
Además, los vehículos Tesla cuentan de serie con un localizador GPS accesible desde la aplicación oficial, lo que permite a los propietarios rastrear sus coches en un mapa detallado. El coche podría estar en Ucrania que se acabaría sabiendo gracias a la app.
La tecnología no es la única razón por la que los Tesla se roban menos, siendo considerados coches de gama alta o, en todo caso, bastante deseados. Mientras que los SUV de lujo, como los Range Rover, los BMW X3 y X5 o los Mercedes GLC y GLE son codiciados por los ladrones, los Tesla no. Quizá una de las razones tiene que ver con el destino final de esos coches robados.
La gran mayoría de los coches de gama alta robados terminan en el extranjero. Algunos son desguazados para convertirlos en un montón de recambios. Éstos se venderán luego en el mercado de segunda mano a un precio muy inferior al del servicio de recambios oficial.
Y otra buena parte de esos coches robados terminan luego en países de África, donde la electrificación no es una de las prioridades de los automovilistas locales, incluso de los más pudientes.
Es el caso de los coches robados en Europa que terminan sobre todo en el Magreb, mientras que, por ejemplo, una buena parte de los coches robados en Canadá terminan en Ghana, porque al parecer se puede sacar lo que uno quiera desde un puerto canadiense.