En Japón, son muchos los padres o madres que han de conducir a diario con la única compañía de sus bebés en el coche, sin poder atenderles de inmediato cuando lloran o necesitan algo. Por este motivo, Nissan está desarrollando un curioso peluche robótico cuyo principal objetivo es entretener al niño en los trayectos, tratar de evitar las temidas rabietas en el asiento trasero y, por tanto, las peligrosas distracciones para el conductor.
Bautizado como ‘Iruyo’, que en japonés significa “estoy aquí”, esta solución inteligente consiste en un par de robots peludos y adorables mitad ‘Furby’, mitad ‘Elmo’. El más pequeño va en la parte delantera y se comunica con el conductor, mientras que el más grande, que va situado en la parte trasera, recibe las órdenes del conductor e interactúa con el niño.
El robot ‘Iruyo’: una campaña de publicidad que ha cobrado vida
El concepto de ‘Iruyo’, desarrollado por Nissan y el fabricante japonés de productos para bebés Akachan Honpo, surgió de la difícil situación de muchos padres japoneses, que han de conducir solos con sus hijos pequeños frecuentemente.
Según una encuesta realizada por ambos a más de 1.100 familias, “más del 60 % de los padres conducen solos con sus hijos al menos una o dos veces por semana, y más del 80% se sienten ansiosos” porque no pueden consolar a sus hijos mientras conducen.
Para abordar este problema, Nissan y Akachan Honpo desarrollaron los robots Iruyo, equipados con tecnología de sensores similar a la utilizada en los vehículos de Nissan, como el SUV eléctrico Nissan Ariya, que monta una combinación de sensores de radar y cámaras frontales para evaluar continuamente el entorno y automatizar parte de la conducción en autopista.
El robot más grande se coloca en el asiento trasero junto al niño, que irá más seguro a contramarcha, mientras que el peluche más pequeño se sitúa en el salpicadero, frente al conductor. A través de comandos de voz simples, el conductor puede interactuar con el robot y activar diversas funciones, como ‘jugar al escondite’ o ‘cucú-tras’, cantar canciones o distraer y consolar al niño agitando las manos en el aire.
El ‘Iruyo’ grande incorpora una cámara para ver la cara del niño, así cuando los ojos del bebé permanecen cerrados durante más de tres segundos, el robot asume que está dormido y transmite el mensaje al ‘Iruyo’ pequeño, que a su vez cierra los ojos. Cuando el bebé vuelva a abrir los ojos, ambos robots harán lo mismo, avisando al conductor de que ya está despierto.
Esto permite una comunicación bidireccional y busca proporcionar tranquilidad a los padres al poder “monitorear” el estado de sus hijos mientras conducen. En un principio, el proyecto estaba pensado para ser una mera campaña de marketing con el objetivo de dar a conocer la tecnología de asistencia a la conducción de Nissan, como en el caso de las sillas de oficina “autónomas” que se colocan solas.
Pero la campaña de ‘Iruyo’ fue evolucionando y tuvo tanto éxito desde su fase más temprana (ha generado el equivalente a casi 2,3 millones de dólares en exposición publicitaria) que los ejecutivos de marketing de Nissan decidieron pasar al siguiente nivel y empezar a hacer pruebas con familias reales para perfeccionar su nanny robot y sacarlo al mercado.
Basándose en los resultados de estas pruebas, el equipo desarrolló un prototipo del muñeco con un diseño inspirado en la cultura kawaii o “de lo adorable” tan popular en Japón. Para ello, trabajaron con profesores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Kitasato especializados en psicología cognitivo-conductual para niños de hasta 18 meses.
Basándose en que la vista de los bebés tarda en madurar, y va mejorando poco a poco durante los primeros meses de vida, decidieron dotar a ‘Iruyo’ de unos ojos grandes y redondos, la capacidad de mover los brazos con fuerza y colores más llamativos. Por ahora, los prototipos de ‘Iruyo’ están conectados entre sí por un cable físico, pero el objetivo es que se comuniquen de forma inalámbrica.
No es el primer robot nanny, ni será el último
La marca afirma que “ninguno de los datos recogidos se archivará, e ‘Iruyo’ cumplirá las últimas normas de protección de la intimidad”. Además, Nissan ya ha comenzado con las pruebas de rendimiento y de choque para verificar la seguridad del sistema y asegurarse de que el ‘Iruyo’ grande no bloquea el espejo retrovisor y de que el ‘Iruyo’ pequeño no distrae al conductor.
Pese a que este robot doble es llamativo, no es la primera vez que una solución así llega al mercado. Las niñeras robóticas o “robots de compañía”, llevan años entre nosotros y los recientes avances en robótica y tecnología sensorial han aumentado su popularidad.
En 2017, Toyota lanzó ‘Kirobo Mini’, un robot diminuto cuya misión principal era ayudar a los niños a “mejorar sus habilidades sociales y cognitivas” e incluso viajó al espacio, pero apenas duró en el mercado. En 2020 llegó Moxie, un simpático robot azul que se parecía a un Teletubbyy quería ser el mejor amigo de tu hijo.
Y en 2021, llegó Snorble, un robot parecido al fantasma de ‘El viaje de Chihiro’ que permitía, entre otras cosas, desarrollar una rutina personalizada para la hora de dormir de los más pequeños.
Está claro que ni estos juguetes ni otros similares podrán rivalizar nunca con la calidez, la sabiduría y la compañía de un ser humano. Pero los creadores de ‘Iruyo’ creen que su robot puede hacer que los viajes en coche sean más alegres para los niños y menos estresantes para los padres. Su forma definitiva y su precio, podrían darse a conocer el año que viene.