Sony Honda Mobility, la empresa conjunta formada por Sony Group Corp. y Honda Motor Co el pasado marzo, acaba de anunciar que su primer retoño llegará en la primavera de 2026 a EEUU. Meses después hará su desembarco en Japón, y más tarde será el turno de Europa.
El primer coche eléctrico desarrollado, fabricado y comercializado por la alianza entre el gigante de la electrónica de consumo Sony y Honda, “estará dotado de conducción autónoma de nivel 3” siguiendo los estándares de la SAE.
Según sus creadores, este coche en lo que menos parece importar es el rendimiento del propio coche "equipará lo último en materia de entretenimiento" y tendrá mucho que ver con el controvertido metaverso.
El software como su principal punto fuerte
Apenas unos meses después de la creación de su empresa conjunta, Sony y Honda aceleran sus planes de futuro, tal y como han revelado en una conferencia en la que han querido hacer públicas las primeras fechas del calendario de su ofensiva eléctrica.
Con la vista puesta en ganar terreno a rivales de la talla de fabricantes más veteranos como Tesla o Volkswagen, o a tecnológicas más jóvenes embarcadas en la conquista del coche eléctrico como la china Xiaomi o Foxconn, el primer eléctrico de Sony Honda Mobility está al caer y será “premium y conectado”.
Según ambas compañías japonesas su nuevo eléctrico se desarrollará con capacidades de conducción automatizada de nivel 3 según estándares de la SAE “que se podrán usar en condiciones limitadas” y contará con multitud de sistemas avanzados de asistencia al conductor de nivel 2.
Hemos de recordar que en el nivel 2 o de “automatización parcial de la conducción”, el vehículo cuenta con sistemas de automatización de la conducción tanto para el control del movimiento longitudinal, como para el control del movimiento lateral, o ambos a la vez.
Ya con el nivel 3 de conducción autónoma o “automatización condicionada” los sistemas, además de asumir las labores básicas del manejo del vehículo, pueden monitorizar el entorno para saber cómo responder ante ciertos imprevistos.
Como si el coche fuera “capaz de pensar por sí mismo”, podrá tomar decisiones como cambiarse de carril, frenar para evitar colisionar con otro vehículo que cruce nuestra trayectoria, aparcar, etc.
En ambos casos el conductor sigue siendo un elemento necesario, porque el coche puede requerir de su intervención en determinados momentos en los que el software “no es capaz de actuar” por sí mismo.
Para lograrlo, Honda aportará a la empresa conjunta su holgada experiencia en la fabricación y venta de automóviles y, producirá el vehículo en sus instalaciones de Norteamérica.
Por su parte, Sony aportará sus conocimientos en software, sensores y tecnología, a la par que adaptará sus sistemas de entretenimiento a los coches de la alianza y desarrollará una plataforma de servicios de movilidad.
Masayasu Ito, uno de los arquitectos de hardware que supervisó el desarrollo de la videoconsola PlayStation, forma parte importante del equipo, lo que debería darnos algunas pistas de hacia dónde se encamina el primer coche de Sony Honda Mobility.
Un debut muy esperado en el CES de las Vegas de 2023
Según el director ejecutivo de la alianza japonesa, Yasuhide Mizuno: "Nuestro objetivo no es convertirnos en un fabricante de coches corriente, sino en una nueva empresa tecnológica de movilidad centrada en la tecnología de software".
Por el momento, Sony Honda Mobility se abastecerá de materiales para los coches principalmente en Norteamérica, ya que EE.UU. ha aumentado las restricciones a las exportaciones de las empresas de chips chinas.
La alianza japonesa no ha querido avanzar más detalles del coche, pero sí ha hecho hincapié en que se espera que este llegue a manos de los primeros clientes de Norteamérica en primavera de 2026, meses más tarde a Japón y en tercer lugar, a Europa.
Además, ya ha confirmado que las ventas y la personalización de sus vehículos se harán principalmente a través de Internet.
Por el momento, su primogénito debutará en la próxima edición del CES (que se llevará a cabo en enero de 2023), y ya está generando una gran expectación.
Entre otras cosas, porque según las declaraciones de Mizuno, la alianza “tiene como objetivo convertir el espacio de la movilidad en un espacio emocional y de entretenimiento integrando a la perfección los mundos real y virtual, y explorando nuevas posibilidades de entretenimiento a través de innovaciones digitales como el metaverso”.
A tenor de los últimos anuncios en el sector y, a medida que el software del vehículo va ganando más protagonismo (relegando a un segundo plano aspectos como el equipamiento o el rendimiento del coche), parece que de cara a la próxima década los vehículos ya no serán solo un medio de transporte.
Más bien, se encaminan a ser algo así como un medio de transporte en el que primará el entretenimiento, o al menos los fabricantes se esfuerzan por subir la apuesta de "qué ofrecer al conductor y ocupantes", por ejemplo, mientras el coche se recarga.
Y no solo hablamos de en qué están pensando los fabricantes más jóvenes o las tecnológicas que en los últimos años se lanzan a la producción de sus propios vehículos.
BMW acaba de anunciar su asociación con AirConsole para llevar los juegos de la plataforma en sus coches a partir del año que viene, como en el caso del Serie 7, que también incorporará Amazon Fire TV para el streaming.
Por su parte, Volvo está trabajando para integrar el asistente de Google y YouTube en sus vehículos. Y son solo dos ejemplos, pues incluso los hay que ya trabajan en coches eléctricos que prometen ser capaces de minar criptomonedas.