Empieza hasta a parecer algo habitual, pero los coches de muy alto standing se han convertido en una suerte de especulación cada vez más absurdamente desorbitada. En este caso nos vamos hasta la meca de los disparates más disparatados, Dubái, para ver un coche que además de ser una joya de la automoción es un objeto de culto con el que alguien se va a sacar un suculento pellizco. O eso van a intentar.
Se trata de un Ferrari LaFerrari Aperta ubicando en las instalaciones de un distribuidor llamado GTR Motors por el que piden, agárrate que se te van a caer las bragas, la friolera de 7,3 millones de dólares (6,5 millones de euros al cambio).
Exterior rojo, interior negro y muy, muy caro
Lo gracioso del asunto es que no hay ni siquiera fotos del coche en cuestión, en la web no aparece ni siquiera mencionado y aun así lo quieren vender. Por un precio que triplica su precio de salida al mercado y supera la exclusiva unidad número 500 del LaFerrari subastado, la última en salir de Maranello.
Deben haber soltado la liebre para levantar expectación, pero la única información que han facilitado es que es una unidad en color rojo con el interior negro y el techo desmontable de fibra de carbono. En cualquier caso y por caro que fuera el superdeportivo descapotable más potente en la historia del cavallino, empezar a multiplicar exponencialmente los precios en menos de dos años es como poco una locura.
El caso es que aunque nos parezca una cifra bastante absurda, no acaba tampoco de sorprendernos. Con unidades muy limitadas de estos coches y un precio de salida ultra-alto, sólo tendremos que sentarnos y empezar a ver cómo a medida que pasa el tiempo se disparan las cuantías que se piden por este tipo de vehículos.